Al saber que Diego había realizado una performance en la que se tatuaba el mismo la cara con su propia sangre, Karl le ha confesado que ella también había comenzado a experimentar con su sangre. Ha comenzado a realizar serigrafías y como no le gustaba ver el papel tan blanco y estaba con la menstruación, decidido probar.
Según le ha explicado a Diego, ella tiene una relación muy particular, de respeto y aceptación con sus menstruaciones: “Respecto a mi menstruación, yo tengo una relación muy cercana ya que creo que esta sangre en mi ciclo expresa mucho de lo que ha sido mi mes y lo que continuará siendo, y de lo que deja fuera. No hay violencia, yo tengo el poder sobre ella”.
Y también le ha confesado que tiene un cuadro que realizó hace unos años y que es muy importante para ella porque lo realizó en un periodo muy importante de su vida “es mi menstruación de ese momento, tiene unos tres años y medio, y está genial”. De hecho, le ha contado que muy pocos saben que está pintado con su propia sangre”.