Le gustan las chicas con curvas y sensuales, y que le recuerden a su madre “sean ordenadas, me cuiden, me llamen amor”. Pero sobre todo, “que me traten bien en la cama”, así ha definido Fran, lo que estaba buscando en el restaurante del amor de ‘First Dates’.
Fran está buscando algo muy concreto y es que él no es un tipo cualquiera, es un chico polifacético que comenzó en el mundo de la televisión dando vida al personaje de ‘El Brechas’ en la mítica y exitosa serie de Telecinco, 'Aída'. Sí, este joven es el adolescente que interpretaba a un macarrilla amigo del Jonathan que enamoró a la Lore en un pis pas. Tras su paso por la pequeña pantalla, decidió dejarlo todo y centrarse en el mundo del tatuaje que es lo que realmente le apasiona.
Fran vive en Alicante, tiene 33 años “Me encanta sentirme como Jesucristo, me circuncidaron y he llevado mi propia corona de espinas” y se ha llevado una grata sorpresa al descubrir a la mujer con la que iba a tener su cita. Sonia vive en Valencia y busca un hombre que le haga feliz. Al ver a Fran ha tenido la sensación de que era un joven “bohemio” y ha sentido curiosidad. Algo parecido a lo que le ha pasado a Fran quién ha asegurado que le había gustado el color de la piel, los labios y el escote de su cita.
Uno es tauro el otro piscis y ambos apasionados del juego, tonteo y flirteo. Sonia ha bromeado con un “te gusta la carne fresca” cuando Fran ha pedido un tataki de atún de cena y él se ha ido calentando según iban hablando de riegos y bailes latinos. La cita estaba funcionando muy bien y Fran ha aprovechado que Sonia se fijaba en sus colgantes “Una amatista y una Agatha” para dejarla sin palabras con un truco de magia que ha realizado con un pañuelo de seda perfumado con feromonas. Y es el joven necesitaba una excusa para tocar la mano de Sonia y saber qué energías le transmitía y notar cómo era su piel. “Eres mágico y yo puedo ser tu chica mágica”, ha asegurado ella al sentirle cerquita.
Y es que cerquita han estado porque no han dudado a ponerse a bailar pegaditos en el reservado. Sin embargo, ni uno ni otro eran lo que estaban buscando. Sonia no sabe si con una segunda cita comenzará a sentir atracción por Fran y él tiene claro que no es “la mujer de mi vida, la que me inspira”, pero como amigos sí se tomaría otra copa de vino con ella y le haría el truco de la varita, “un truco que no se explica, se siente”.