Pedro, del que no conocemos su edad porque no le gusta decirla, llega a 'First Dates' con muchísimas ganas de darlo todo para encontrar su pareja ideal en el restaurante del amor. Está jubilado, pero toda su vida se ha dedicado a vender espacios publicitarios.
Nuestro soltero busca una persona que sea ''guapa por dentro'', aunque admite que ''es agradable ver a una mujer bonita''. Pedro lo tiene claro, quiere pasar ''los años que le quedan'' acompañado de alguien a quién aún no ha conseguido encontrar.
Cenará con María, una enfermera jubilada de 74 años. Nuestra soltera se considera una mujer muy alegre, risueña, amorosa, cariñosa y detallista. De primeras, ninguno de los dos era lo que el otro estaba buscando, para Pedro María es demasiado rubia y a María, Pedro le ha parecido bajito.
Durante la cena, ambos han intentado conocerse un poquito más, María le ha confesado a Pedro que se casó en Colombia, pero que en España nunca se ha vuelto a casar, y Pedro le cuenta que está separado, estuvo 35 años casado.
Esto último no le ha gustado mucho a su cita, que es muy religiosa: ''No me gusta que esté separado y que no esté divorciado'', admite María a las cámaras del programa.
Los dos se han abierto por completo y coinciden en lo que buscan, una pareja que les acompañe durante el resto de sus días, algo que encuentran sumamente difícil. María no ha podido evitar emocionarse con la conversación: ''Me siento muy sola, no he tenido suerte en el amor. Me ha pasado por ser buena. Yo no tengo mal corazón ni malos sentimientos''.
Además, reconoce que echa de menos a su madre, que falleció: ''Nombro a mi madre y me pongo a llorar. Ella para nosotros era madre y hermana''.
"Me gusta que es un hombre serio, guapo y elegante", cuenta María a las cámaras de 'First Dates' tras haberse emocionado ante su cita. De hecho, la soltera piensa que son "almas gemelas" porque cree que el restaurante del amor los ha reunido para conocerse y formar una bonita relación en pareja.
Una vez terminan la cena, Pedro y María se dirigen a la sala de intimidad total para demostrar ante las cámaras del programa que están hechos el uno para el otro. Sin embargo, y mientras bailan muy pegados, el soltero confiesa que su cita no es de "su estilo" de mujer.
María está encantada con Pedro. Aunque piense que es un tacaño, la soltera si mantendría una segunda cita para terminar de conocerlo e invitarle en una cena.
Sin embargo, Pedro no piensa lo mismo y no querría mantener una segunda cita con María. "No eres mi tipo. Nada más. Yo estoy buscando otro tipo, otro ideal de mujer", detalla a la soltera en la decisión final.
En cuanto María escucha las palabras de Pedro, se llega a sentir un poco incómoda porque pensaba que había encontrado al amor de su vida con el que compartiría el resto de sus días. Sin embargo, no ha sido así, por lo que ambos se van por su lado en busca de la persona perfecta para ellos.