Belén, una auxiliar de enfermería malagueña y de 64 años, es la siguiente soltera en visitar el restaurante del amor de 'First Dates' para ver si consigue enamorarse de la persona con la que la van a emparejar durante la noche. Es muy aventurera y, a diferencia de otros, no teme a "hacer cosas" propias de gente que no es de su edad.
Sin embargo, aunque se considere muy aventurera, a Belén también le apasionan los planes sencillos, como ir al campo, o hacer senderismo. "La bicicleta, de vez en cuando, también la cojo. Me gusta jugar a las cartas también. Voy con unas amigas a jugar a las cartas", detalla la soltera a las cámaras del programa.
Lo que más desea Belén que pueda encontrar en el restaurante del amor es una persona con la que pueda tener "afinidad" con ella, que sea extrovertido, aunque "no mucho", que no le guste el fútbol y que no sea fumador.
Carlos Sobera, en cuanto escucha todo lo que quiere Belén para que pueda caer rendida ante la otra persona, se dirige al hall del restaurante para dar la bienvenida a Salvador, un técnico de mantenimiento jubilado de Granada, al que le encanta "cuidarse" y mantener un gran estilo, dependiendo de la estación en la que se encuentre.
Nada más verse, Salvador es el primero en dar una primera impresión de la mujer con la que le han emparejado en 'First Dates': "No es que la belleza sea personalizada, pero es una persona guapa. Lo que pasa es que, con la edad que vamos teniendo, pues ya nos vamos deformando un poquito, ¿no? Pero está muy bien". Por parte de Belén, al técnico jubilado lo ve con muy buenos ojos. "Está bien. Muy favorecida", cuenta al programa.
Una vez se sientan en la mesa, es el momento perfecto para que ambos puedan conocerse más y ver si esas tan buenas primeras impresiones que han tenido, puedan convertirse en la chispa necesaria para que florezca el amor.
De hecho, todo parece ir por buen camino para Salvador en cuanto cuenta a su cita cómo estuvo cuidado a sus padres en todo momento por su estado de salud. Así lo explica Belén al programa: "Lo que ha hecho por sus padres durante 50 años es para quitarse el sombrero. Me parece una bondad exagerada".
Además, ambos coinciden en el propósito fundamental por el que han ido al programa: buscar a esa media naranja con la que enamorarse, disfrutar de los años de vida que les queden y quitarse del medio esa soledad que tienen los dos.
Desde que se han visto, tanto Salvador como Belén han sentido ese chispazo necesario para que surja el amor y los dos se han sentido muy cómodos en la cita. Por lo tanto, el técnico jubilado tendría todas las citas que quisiera con la otra persona y Belén, también querría conocer más a fondo a la persona con la que la han emparejado.