La dependienta madrileña Nathalia es la siguiente en acudir al restaurante del amor de 'First Dates' para ver si consigue encontrar a un chico que consiga cautivar su corazón. Desde que ha pasado de trabajar en Gran Vía a la zona de La Moraleja, la soltera admite estar "menos feliz" que antes porque la gente que transita el local "vive en una realidad paralela".
Aunque se dedique profesionalmente como dependienta, Nathalia le dedica gran parte de su tiempo libre al baile, aunque también tiene otros intereses, como la "literatura y las artes".
Desde que ha puesto el pie en el restaurante del amor, la soltera está muy ilusionada con alguien con quien compartir muchísimos planes en pareja, como ver películas los fines de semana o viajar. Sin embargo, Nathalia todavía no se encuentra preparada para ser madre. Así lo cuenta a las cámaras de 'First Dates': "No tengo el instinto maternal y me siento un poco presionada por la edad, la sociedad, mis amigas al ser madres o padres, etc. Pero, si tengo prisa, sería por lo biológico. Por el resto esto y muy bien".
Nathalia prefiere a los hombres altos y de tez morena. Aunque, y como bien dice ella, "nunca se sabe donde puedes encontrar a esa persona con la que tengas ese corrientazo". Para la soltera, lo importante es conseguir conectar con el chico, antes que su aspecto físico. "Va y viene. De un año para otro podemos ser otros", cuenta al presentador.
Una vez que Carlos Sobera conoce a Nathalia y sabe el tipo de hombres que le gustan, acude a la entrada del restaurante para dar la bienvenida a Miguel, un guía turístico y la persona con la que mantendrá una cita con la dependienta.
El soltero, desde que se dedica al mundo de las guías turísticas, tiene como modelo a seguir al monarca Carlos III, puesto que él hizo "mucho por Madrid". "Le quiero y sé que le querré... Le admiro, se podría decir", desvela Miguel a las cámaras del programa.
Nada más verse, a Nathalia parece haberle atraído el aspecto físico de Miguel. Así lo explica: "Me parece un chico guapo. Si pudiera preferir, lo querría un poco más alto, pero eso es salvable".
En cuanto se sientan en la mesa, es el momento para que ambos puedan descubrirse y, sobre todo, para ver si finalmente Nathalia consigue encontrar esa chispa que necesita para poder enamorarse perdidamente de Miguel.
En cuanto descubre que Miguel es guía turístico, Nathalia, que lleva ya muchos años residiendo en la capital, quiere que su cita le haga un tour. "Nunca he hecho un tour turístico. Lo necesito en mi vida. Creo que es una experiencia que debería tener. Madrid me encanta y no saber su historia para mí es un pecado. Este chico se me ha aparecido como caído del cielo...", explica la soltera al programa.
A medida que sigue avanzando la cena, tanto Miguel como Nathalia deciden explorarse a sí mismos y encontrar sus puntos de conexión a través del rasca del amor. Sin embargo, todo parece torcerse cuando la soltera descubre que su cita tiene un fetichismo muy intenso hacia los pies de las otras personas. "¡Horrible! Una de las cosas que pediría que no tuviera la persona que quisiera conocer es que su fetiche sean los pies, porque me parece la parte más fea del cuerpo", detalla la dependienta al programa.
Tras escuchar que Miguel también es muy creyente y ver que se le ha olvidado la cartera, a Nathalia le ha sacado un poco de quicio sus gustos. Sin embargo, ella los respeta a rajatabla y, además, está dispuesta a conocer un poco más de su cita.
En cuanto termina la cena, tanto Miguel como Nathalia hacen una valoración de la noche. Ambos han parecido estar muy cómodos. De hecho, al guía turístico le ha parecido "espectacular" la velada. Por lo tanto, sobre si quieren mantener una segunda cita, tanto Miguel como la dependienta continuarán la velada en un sitio diferente.