Mikel, un funcionario jubilado de Girona, es el siguiente soltero que acude al restaurante del amor de 'First Dates' con el objetivo de encontrar a alguien con el que compartir muchas experiencias. Es una persona que ha estado encantado con su trabajo y, por desgracia, también le ha tocado vivir alguna que otra experiencia traumática. "Tuve un accidente. Tenía 42 años. Me atropellaron y, a raíz de eso, me tuvieron que operar y me pusieron un implante. Por eso me he tenido que jubilar", cuenta a Carlos Sobera.
Sin embargo, Mikel no solamente ha tenido un susto mientras trabajaba, sino que también contrajo toxoplasmosis, con el que se quedó "en los huesos". Por ello, el soltero se ha dado cuenta de que debe vivir el presente con una persona jovial, alegre y "que no sea un muermo".
Carlos Sobera, una vez escucha el pasado tan trágico de Mikel y sus deseos de conocer a una persona que le encante vivir la vida, se dirige a las puertas del restaurante para conocer a Tomás, quien será la cita del funcionario jubilado.
Tomás, al igual que Mikel, también se considera una persona muy activa. "Siempre estoy ocupado. Cuando hago una cosa, me canso, estoy con otra o retomo la de antes", cuenta a las cámaras del programa. También explica que está en el momento perfecto de su vida para "encontrar el amor" porque siempre ha estado cuidando de su familia. Ahora que se ha cerrado esa etapa, está dispuesto a todo con tal de ser feliz.
En cuanto Carlos Sobera les acompaña y les sienta en la mesa, Mikel y Tomás empiezan a mantener una conversación de lo más amena para conocerse y ver si tienen algo en común. El funcionario jubilado no se anda con rodeos y se adentra en saber cómo se encuentra su cita en el tema del amor. El soltero le asegura que ahora está en un "buen momento" para abrirse "a lo que sea".
Sin embargo, en cuanto descubren qué están dispuestos a buscar en la otra persona, Tomás no parece encontrar lo mismo que demanda Mikel. "Es más joven que yo y parece más mayor", cuenta a las cámaras del programa.
Mikel no tarda en contar todas las tragedias que, por desgracia, le ha tocado vivir a lo largo de su vida y cómo a partir de esas etapas ha cambiado "su chip" en el amor. También, le cuenta que es muy deportista, algo que parece chocar con los gustos de Tomás: "Yo no soy un deportista. Nunca me ha gustado el deporte ni lo practico".
Mikel se ha dado cuenta de que la persona que le ha tocado tiene un estilo de vida mucho más lento que él. Algo que también parece no gustarle demasiado. Así lo transmite a las cámaras de 'First Dates': "Es muy parsimonia. Yo soy una persona muy dinámica. Entiendo que tengamos una edad, pero quiero vivir. No lo veo dinámico".
En cuanto acuden a la sala de intimidad total, tanto Mikel como Tomás descubren que no están hechos el uno para el otro. "No es mi tipo", desvela el funcionario jubilado al programa. Ni siquiera el vals que han bailado ha servido para que salte esa chispa del amor.
Durante toda la cita, tanto Mikel como Tomás han descubierto que son muy diferentes y, en definitiva, no están hechos el uno para el otro. Por lo tanto, sobre si volverían a mantener una segunda cita, ambos niegan volverse las caras. La llama del amor no ha parecido brotar entre ellos.