Valentina, de 25 años, es una italiana viviendo en Cádiz por estudios, no se cortaba en contar lo que piensa a Carlos Sobera en su entrada al restaurante de ‘First Dates’: “Tengo un problema, soy heterosexual, pero me dan asco los hombres”. Aunque afirmaba que esto no le pasaba con Matías: “Él no, es muy guapo”.
Valentina explicaba que decía esto de los hombres “porque no ha tenido suerte con ellos”, de los que solo pide que tengan dos cosas: “Sanidad mental y madurez emocional, si es guapo mejor, claro”. Y, es que, aseguraba que, aunque le da miedo enamorarse, “quiere encontrar a su príncipe azul”.
Para conocer a Valentina llegaba nuestro restaurante Miguel, de 32 años, es de Jerez, pero vive en Granada. Con la que vivía un momento de lapsus al darse los dos besos: “Perdona, el beso a la italiana, siempre me equivoco”.
Miguel se lanzaba a hablar entre español e italiano y, aunque él aseguraba que “solo le falta limar algunas cositas gramaticalmente”, a ella no le quedaba tan claro.
“¿Piensas que la gente de Cádiz se parece a la del sur de Italia?”, le preguntaba él y ella afirma, mientras este confesaba lo que siempre le decía el compañero de piso que tuvo italiano: “Me decía que si fuera de Italia sería de Palermo”.
Algo que le hacía mucha gracia a ella: “Es verdad, pareces un hombre del sur de Italia”. Y, es que, ella ante nuestras cámaras explicaba que los hombres del sur de Italia llevan el pelo, como ellos llaman “el lamino de vaca”.
En medio de esta conversación, cuando él le hablaba de sus aficiones y otros temas, ella reaccionaba al verle mirar al techo del restaurante: “Parecía que estaba buscando algo en el cielo, me ha hecho mucha gracia”.
Aunque no le hacía tanto reír que él, en un momento de la cita, confundiese su nombre con el de Martina: “Sé que se parecen, pero yo me acuerdo de su nombre”.
Mientras tanto, compartían sus gustos musicales, como también hablaban de política, momento en él aseguraba que “no le importa la política”, algo que ella no entendía y que no le gustaba nada: “No puedes decir que no te interesa”.
Otra cosa igual no, pero Valentina se partía de risa con las afirmaciones de Miguel, como con su respuesta a cómo le ha ido en el amor: "No soy Brad Pitt, no soy Cristiano Ronaldo, pero soy de Jerez y los de Jerez tenemos algo".
Pero las risas se acababan cuando Miguel se enteraba de que ella no quiere tener hijos ni casarse: "A largo plazo sería algo por lo que íbamos a chocas, entonces vamos a evitarlo".
Y, con las cartas encima de la mesa, llegaba el momento de tomar la decisión final. Ella era la primera en responder, que tenía claro no querer una segunda cita con él: "Me ha faltado algo, un poco de mariposas, de química". Algo que él también tenía claro: "Me lo he pasado genial, pero no he sentido ese 'algo', eso sí, estás invitada a Granada"..