Olga tiene 35 años y no entiende por qué sigue soltera. La rusa residente en Tenerife es agente inmobiliaria y ha conocido en 'First dates' a Nazuti, un argentino que vive en Madrid, que tiene su misma edad y que es técnico electrónico. Olga tuvo claro desde el primer vistazo a Nazuti que no era su prototipo; y él se quedó maravillado cuando ella le cantó una canción de Aretha Franklin. A pesar del rechazo que se llevó después, Nazuti está convencido de que terminará por conquistarla.
"Soy una chica con muchos lados y secretos para descubrir (...) Quiero casarme. En 13 años en Italia nadie me casó. ¿Qué es lo que me pasa?", explicaba Olga en su presentación en el programa. Por su parte, Nazuti se mostró muy orgulloso de su físico: "Me gusta verme al espejo bien. Me amo yo mismo". Al ver a Olga por primera vez, la reacción de Nazuti habló por sí sola: "Buah, un camión. Esas piernas yo ya pensaba que me envolvía todo", confesó.
A Olga no le convenció el tinte rubio de Nazuti ni el hecho de que fuera argentino. "Son como los italianos, hablan y hablan", explicó. Tampoco le gustó percibir que era más bajo que ella. "A mí me gustan altos y ni siquiera creo que él me pueda llevar en brazos", apuntaba. "Si no le gustan altos, le puedo gustar por otras cosas", comentó Nazuti por otro lado.
Para colmo, a Olga le escandalizó que Nazuti llevase la conversación al terreno sexual diciendo que necesitaba que una mujer le gustase en la cama porque si no no podía. Además, dejó caer que no le importaría comprarse "el sillón para hacer posturas del kamasutra".
A pesar de todo, Olga se arrancó a cantar al final de su cita con Nazuti, cosa que enamoró al argentino. "Es súper simpático, argentino, pero tener segunda cita no, lo siento. Para copete sí", le dijo Olga después en su decisión final. "De alguna manera la voy a ganar", prometió Nazuti.