Raquel asegura que le dicen que se parece “a la Paris Hilton porque antes muerta que sencilla”. Le gusta mucho ir arregladita con el pelito bien limpio. Al llegar a ‘First Dates’ se ha quedado impactada con la belleza de Matías y ha sorprendido a Sobera regalándole un champú que ella misma había fabricado. Es vendedora y durante la pandemia se formó en jabones y champús naturales “para que te crezca más el pelo”. Le da igual que su cita tenga pelo o no, pero sí le pide que sea fiel.
A Gabriel, su cita, le han dicho que se parece al mismísimo Carlos Sobera por el cabello cano y los ojos azules. Le gusta mucho salir con sus amigos y el presentador le ha gastado una broma diciéndole que no sabía si su cita era un chico o una chica. Al verle, Raquel no se ha sentido para nada atraída “Carlos Sobera es un hombre que atrae, él, no”.
La cena ha comenzado hablando de sus lugares de origen y Gabriel ha querido saber si Raquel era paya o gitana. Ella le ha contado que se casó con 14 años y que su familia era gitana, algo que al soltero no le ha importado porque se ha criado entre ellos. A Raquel no le ha gustado la forma de vestir ni los oros que llevaba su cita “eso ya no se lleva, es muy basto”.
El soltero le ha contado que bailaba flamenco con botines y que era algo que le apasionaba. Gabriel tiene una empresa de limpieza desde hace muchos años y ella le ha contado que vendía productos capilares, y le ha hablado de su éxito en TikTok. Un día le pidió a su hija que le hiciera un vídeo, la hija lo hizo con mucha desgana y su pelo en lugar de bonito salió achicharrado y los seguidores se le dispararon “4.700.00 reproducciones”. Desde ese momento, Raquel es una estrella en la red social y hace directos para vender sus productos.
Gabriel le ha dicho que hacía un año que había dejado de ser Testigo de Jehová y ella le ha dicho que era cristiana evangélica y que jamás cambiaria de religión. Raquel ha querido saber si su cita era fiel y él le ha dicho “más que Dios”. La soltera lo ha pasado muy mal por el tema de las infidelidades y desde entonces le cuesta mucho trabajo volver a confiar en los hombres.
En el reservado, los solteros han cambiado el postre por un poquito de flamenco, pero Gabriel se ha puesto muy nervioso y le ha entrado la timidez. Ella ha sentido que igual bailaba bien, pero que le ha dado mucha vergüenza. El soltero no ha visto que su cita se moviera con arte y en el momento de la decisión final, ambos han coincidido en que no habían sentido ningún tipo de feeling inicial.