Esta semana la búsqueda del amor en el restaurante de ‘First Dates’ es ha presentado movidita. Comenzamos la semana con una soltera abuela de 45 años que volvió loco a su cita, cerramos la noche del martes con un platón inesperado y entre otras anécdotas varias, nos hemos sorprendido con la reflexión gaseosa de una soltera colombiana sobre los hombres españoles que la quieren conquistar.
Si te has perdido las citas de ‘First Dates’ de esta semana, prepárate para disfrutar con los momentos más locos que hemos vivido en el restaurante del amor. El propio Carlos Sobera se quedó sin palabras antes la intensidad sexual de una soltera asturiana y todavía no se ha respuesto de conocer la historia del gallo transexual de Andrea “se llamaba Susano”.
Para algunos de los solteros que visitan ‘First Dates’ cada noche, es muy importante el físico y en el caso de Esmeralda y Carlos fue fundamental para que comenzaran la cita con muchas ganas. Su primera impresión fue buenísima e hizo que rápidamente fluyera la conversación entre ambos.
El techno resultó ser una de las pasiones que ambos compartían y coincidieron en que los dos querían tener una relación formal con una persona que les respetara porque sus anteriores experiencias sentimentales no habían sido buenas. Pero si hubo algo en la cita que dejó a Carlos sin palabras, fue el hecho de saber que su cita era abuela. El soltero no podía creer que semejante pibón de 45 años fuera abuela “ya quisieran muchas de 20”.
Un plantón siempre es un plantón, pero parece que lo es menos si esperas a comerte el aperitivo y el primer plató. Nada más ver a José Luis en la barra, Pilar tuvo claro que no era su tipo de hombre y que físicamente no le gustaba nada. No quería engañar a nadie y en el momento que le escuchó formular la primera frase, pidió ir al servicio para comunicarle a Cristina que se quería ir.
Una simple frase le había servido para llegar a la conclusión que su cita “era muy de pueblo” y que ella esperaba a un hombre “más culto”. La camarera le animó a darle una oportunidad porque no le conocía de nada, pero ella no aguantó más que el primer plató “se me estaba haciendo cansino”.
A José Luis le pareció una falta de educación que Pilar no se quedara hasta el final y que saliera corriendo sin mirar atrás, pero él había venido a ‘First Dates’ a cenar y así lo hizo. Se quedó sentado en la mesa, hizo una videollamada con sus amigos y aceptó regresar al restaurante si le buscábamos “una mujer top”.
La espantada de Pilar no fue una cuestión de edad y sí un tema físico, pero la edad es un tema que puede marcar un antes y un después en una cita de ‘First Dates’. Y sino, que se lo digan a Natalie, que sintió ganas de salir corriendo sin mirar atrás cuando su cita le dijo que aparentaba tener 44 años sin ni siquiera haber cumplido los 40.
Lucy vino al restaurante del amor con la ilusión de encontrar a un hombre calvo, con barba y militar. Algo que no iba a ser sencillo de conseguir, pero lo consiguió. Pero no solo lo consiguió, sino que conoció a Eduardo, un militar del ejército del aire que había trabajado en su avión favorito y que, además, entendía su humor “estoy como la cabra de la legión”.
Cuando dos personas hablan el mismo idioma, tardan muy poquito en congeniar y en este caso la cosa comenzó a fluir desde el minuto cero. Todo era demasiado perfecto, incluso ambos se encontraban “sin ninguna mancha en su expediente militar” o es lo mismo, no tenían hijos.
Hemos vivido una semana llena de matches, de confesiones sexuales, de mucho debate sobre cómo olvidar el amor y alguna que otra cuestión de tamaño, pero si nos tenemos que quedar con un momento concreto de estos días de conquistas, nos quedamos con la reflexión de una soltera colombiana que está cansada de que los hombres españoles asocien de forma directa ser una mujer latina con ser una mujer fogosa.
Francia está cansada de hombre controladores y de españolitos que se creen que todas las mujeres latinas son calientes y que “te invitan a una Coca-cola y ya te quieren sacar los gases”. Menos mal, que en ‘First Dates’ ha conocido a Manuel, un hombre muy respetuoso con el que ha coincidido en la forma de concebir una relación.