A Christian le gusta el sexo bien hecho “un sexo potente, en el que haya vino, chocolate, Nutella, antifaces, esposas…”. Es cubano y muy fogoso “no de siete veces al día, pero cinco o seis, sí”. Ha venido a España a estudiar el MIR y le gustaría especializarse en dermatología o medicina estética. Respecto a la chica que le gustaría conocer en su cita en ‘First Dates’, le gustaría que compartiera su punto de locura, pero que también le marcara el camino porque él se va muy rápido por las nubes.
Roxana, su cita, ha estado ilusionada, pero nunca se ha enamorado. Al verla, a Christian se le ha caído la ilusión de golpe porque “no es mi tipo, para nada”. Sin embargo, la ha notado nerviosa y le ha invitado a sentarse y relajarse. Ha sentido que la cita empezaba mal, pero le ha gustado mucho que su cita fuera de India y no ha dudado en insinuarla que igual podía ir a conocer su tierra.
El soltero no oculta que es “un poco calientabragas, un poco microway y que solo cocina cuando quiere cocinar”. Roxana vive en Madrid y ha sentido que salir con un cubano podía ser una experiencia nueva.
Siguiendo con su juego de seducción, Christian ha intentado que Roxana se tranquilizara y ha jugado con su nombre para dejarle claro que él también tenía su lado Grey. Roxana le ha contado que había tenido malas experiencias en el amor y a él le ha extrañado “con lo guapísima que eres”, pero ella le ha contado que siempre se fija en los malotes.
Él ha tenido varias relaciones serias y aunque a ella le ha dicho que no había sido infiel, sí lo ha sido y en varias ocasiones, pero “ya he madurado, no lo voy a ser más, bueno, o sí”. Le ha explicado que no soportaba las relaciones tóxicas y ella ha sentido que era un tipo que más que sexo, buscaba conectar con la persona.
Christian ha jugado a vacilar a Roxana dándole de probar su plató, pero ella no ha entrado al juego y le ha dicho que ya no lo iba a probar. El soltero estaba encontrando un punto sexy en su origen indio, pero no la veía para una relación. Han comenzado a hablar de sexo, ella le ha dicho que le gustaría hacerlo en un avión y él la ha dejado boquiabierta al soltarle un “me gustaría tener sexo en el baño del restaurante de ‘First Dates'".
Rápidamente le ha dicho que era broma, pero ella ha tenido claro que le gustaría. Roxana no ha fantaseado con alguien de su mismo sexo, pero a él si le gustaría tener un trío con un chico y una chica “la vida es una sola y hay que vivirla a plenitud”. Ella le ha dicho que le diría que no a hacer un trío con un amigo suyo, pero no le ha dicho que no a tener sexo con él e incluso, tenerlo en ese mismo momento “¿Nos vamos al baño?”.
En el reservado les ha tocado darse un beso húmedo y el soltero en lugar de salir de la realidad paralela que había creado, ha continuado con su farsa y le ha dado un beso en el cuello, que ella ha tomado como un buen preliminar. Él era consciente de que estaba siendo “un calientabragas” y que le iba a decir que no quería tener nada con ella.
Como era de esperar, Roxana ha dicho que sí a una segunda cita y ha sentido que no tenía nada que decir cuando él le ha dado calabazas y le ha argumentado que no había sentido una conexión especial.