Luisa se ha casado dos veces, pero "la primera me duró un mes porque mi marido era maricón”. Nada más llegar a ‘First Dates’, le ha contado a Carlos Sobera que estaba jubilada y que se dedicaba a viajar y a vivir la vida “hago reiki, baile oriental, gimnasia, sevillanas, natación, taichi…”. En su cita está buscando “un matador”, un tipo sano que se cuelgue de la lampara “y me haga el Tarzán”. Le ha dicho al presentador que él le valía perfectamente porque le gustaban los hombres altos, guapos, con pelo…
Juan Luis, su cita, se mira al espejo y no ve a un hombre viejo “me veo bastante bien”. Es motero, toca el acordeón, hace kayak, le gusta viajar, la cocina, la repostería, le encantan las mujeres… Al presentárselo, Carlos Sobera ha bromeado con un “te presento a Tarzán”, pero a Luisa no le ha gustado nada “parecía un marinerito”.
La soltera ha querido saber si su cita estaba jubilado y él le ha soltado un “pero si soy un chaval, no fastidies”. La cita no ha comenzado con mucha ilusión porque él ha visto a Luisa muy pequeña para él “el volumen que ocupa, yo mido 1,80 cm”.
La cena ha comenzado con el pie cruzado porque no se han gustado nada, pero han querido conocerse. Luisa le ha contado que llevaba treinta y tantos años divorciada, pero que su exmarido era su mejor amigo. Ahora está buscando una nueva ilusión y volver a sentir lo mismo que sintió cuando se casó con su marido.
Juan Luis ha alucinado y le ha dicho que sentía que estaba perdiendo el tiempo porque a su edad ya no se iba a volver a enamorar de esa manera, y que lo que podía encontrar era una ilusión, viajes o pasárselo bien nada más. Incluso, le ha sorprendido que no tuviera sexo con su exmarido “qué frías os habéis vuelto las mujeres de mi edad, cuando éramos jóvenes ligábamos en la discoteca y después nos íbamos a la Casa de Campo”.
A Luisa no le ha gustado nada escuchar a su cita porque ella es mucho más romántica y siente que te puedes volver a enamorar hasta con 80 años “le gustan mucho las mujeres, no pegamos nada”. Le ha explicado que ella no se acostaba con el primero que se cruzaba en su camino y él busca a una mujer “más joven, que tenga más ganas que yo”.
Los solteros han debatido sobre la madurez de las mujeres y los hombres porque ella siempre ha estado con hombres más jóvenes. Juan Luis sin embargo, siente que haría el ridículo con una mujer de 20 años a su lado, pero no descarta conocer a “una de 50 o 60, con un cuerpo atlético, que tenga aficiones, ilusión por hacer cosas…”. Luisa le estaba pareciendo muy mayor para él y con los rasgos muy marcados.
La cita se ha convertido en un tira y afloja entre ambos, y no han parado de contárselo las innumerables actividades que hacían a lo largo de la semana. Metidos de lleno en un duelo casi de película de Oeste, los solteros han visto como Laura Boado se acercaba a retirarles los platos y les anunciaba que les iba a traer el postre. “Las cosas dulces son las que más me gustan, por eso me gustas tú también. Eres un bombón por fuera y dura por dentro”, le ha soltado Juan Luis a la camarera ante la atónita mirada de las dos mujeres.
Laura le ha soltado un “un poquito, pero quién te tiene que gustar es ella” sin embargo, Luisa ha tenido claro que “si fuera mi pareja le habría dado una hostia, pero bien dá” porque le ha parecido una falta de respeto. La soltera ha querido saber qué era lo que más le había llamado la atención de ella y el soltero no se ha cortado “tu pecho, me gustan los pechos grandes”.
Luisa ha sentido que no merecía la pena corregirle y ha continuado con las preguntas del Rasca del Amor, sin esperar que él le dijera que físicamente no era su tipo porque él buscaba a alguien más joven y esbelta “soy como los niños y los borrachos, siempre digo la verdad”. Ella también le ha dicho que no era su prototipo y él no se lo ha tomado muy bien. Eso sí, en el momento de la decisión final se han regalado un montón de piropos que no sentían y se han deseado lo mejor “espero que encuentres a tu yogurina”.