Manuel ha llegado tarde a su cita en ‘First Dates’, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Nada más verle, Carlos Sobera ha sentido que el soltero era un tipo marchoso por el pañuelo que llevaba en el cuello y él se lo ha corroborado “he sido cantaor de flamenco”. Manuel tiene claro que cada uno es cómo es y que a él “la falda me quita el cerebro”.
Ha saludado muy efusivo a todos los miembros del staff de ‘First Dates’ y sobre todo, le ha encantado conocer a Laura Boado “esta rubia cada vez que la veo me entran temblores de muerte”. Carlos Sobera le ha recordado que era él el que le había abierto la puerta para que dejara de entretenerse.
Manuel se casó con 14 años con la autorización de su padre porque “se me pegó el arroz, la dejé embarazada”. Dejó de cantar cuando perdió a tres de sus hijos y el cuarto se quedó inválido “se acabaron mis hijos, se acabó el flamenco”. Perdió gran parte de su alegría y lleva 23 años sin rozarse con una mujer.
Domi, su cita, se llama “Dominga, pero no me gusta, cargué con el nombre de la abuela paterna y estaba amargadita”. Al ver a Manuel ha sentido que tenía “los ojos muy chiquitillos”, pero ha querido conocerle y le ha contado que era de un pueblecito de Málaga. Manuel le ha dicho que él era de un pueblecito de Sevilla y ha tenido claro que Domi tenía “una de las caras más bonitas de Andalucía”.
Manuel ha comenzado la vida contándole a Domi la historia de su vida y ella ha sentido que era una auténtica pena. Domi ha querido saber cómo reaccionó su esposa y él le ha contado que su mujer se apagó por completo y que dejó de querer vivir. El soltero siente que se merece a una persona buena con la que volver a vivir y le ha confesado a Domi que, al verla, algo se le había removido por dentro.
Domi estaba escuchando los piropos de Manuel y le ha confesado que no le veía muy bien “te veo un poco borroso, no sé si es el vino”. La verdad, es que no le estaba viendo muy atractivo. La soltera le ha contado que nunca había ido a los toros, pero que fue con una excursión de Ayuntamiento y que se salió de la plaza “nos pusieron allí cómo a pollos”. Desde que murió Paquiri, Domi dejó de ver las corridas de toros “yo lo vi a él, le vi que le cogió el toro”.
Manuel también sintió mucho la muerte del matador porque le conoció muy de cerca “yo viví como conquistaba a Isabel”. Los solteros también han hablado de los Carnavales y Domi no se ha creído que su cita hubiera cantado con grandes figuras del flamenco como Camarón “no te lo crees ni tú”. Pero Manuel, le ha dicho que se lo creyera “Camarón ha estado en mi casa”.
En el reservado, los solteros se han puesto a bailar y Domi le ha dicho que ella siempre había sido muy bailarina “desde pequeña, mi padre me ponía en lo alto de la mesa”. A Manuel le ha gustado el arte de su cita y su trasero “tiene un culo muy gracioso, muy agradable”. El soltero ha tenido claro que para excitar a Domi le daría un beso, pero ella le ha visto muy lanzado y ha cambiado de tema de forma radical “¿Te peinas siempre así?”.
Manuel tenía claro que Domi podía ser la mujer perfecta para él y ella poco a poco a dejado de verle borroso y le ha dicho que sí, que quería repetir la cita porque le había parecido un buen hombre, y que podían empezar por irse a tomar una cervecita y echarse algún que otro baile “yo creo que te puedo alegrar”.