Alejandro tiene 35 años y es un comercial de Málaga. En ‘First Dates’ conoce a Sabrina, una manicurista y camarera de 31 años, también de Málaga. Ella le confiesa durante la cita que quiere ser madre soltera y él alucina y le responde, irónico: “Has venido al programa idóneo, eh”. ¿Qué pasará en la decisión final?
Alejandro, de 35 años, es un comercial de Málaga, que se autodefine como “vendemotos”: “Soy un vendemotos para venderte lo que sea, pero en el amor me gusta ser 100% transparente”.
Sabrina, de 31 años, también es de Málaga y trabaja como manicurista entre semana y como camarera durante los fines de semana. La malagueña parece tener muy claro su tipo de hombre ideal: “Un chico que no tiene tatuajes me parece una persona aburrida y sin personalidad. Yo soy una persona muy intensa y lo tengo tatuado”.
A Alejandro parece que le gusta Sabrina de primeras: “Me parece una chica con personalidad y esa seguridad me gusta”. Sin embargo, ella comienza con reproches desde el primer momento: “Tiene las uñas un poquito largas y no puedo con eso”, señala ante las cámaras de ‘First Dates’.
A la hora de escoger su menú en el restaurante de ‘First Dates’, piden lo contrario y hasta las elecciones de Alejandro molestan a Sabrina: “Justo ha pedido lo que no me gusta, con la cantidad de cosas que hay en la carta”.
Alejandro confiesa que le gusta mucho cuidarse tanto físicamente como su alimentación, pero Sabrina responde que, a ella, lo contrario: “No me cuido. Me gusta una pizza, una hamburguesa…”. Ante las cámaras de ‘First Dates’, él confiesa que el estilo de vida de Sabrina “es un poquillo compatible”.
Cuando Alejandro le cuenta a su cita que le gusta le meditación y que se pone música zen en su casa, ella se ríe y comenta a las cámaras de ‘First Dates’ que no se cree nada de lo que le ha contado su cita: “Yo creo que este es un vendemotos. Es comercial y que es lo que hace. Vamos a ver, ¿tiene pinta de meditar, de gimnasio o de dieta? No”.
A medida que avanza la cita entre Alejandro y Sabrina van conociendo más los gustos de el otro. Él le pregunta si le gustan los tatuajes y ella confiesa que le encantan. Cuando Alejandro le cuenta que el no tiene ninguno, ella pone mala cara: “Para mí el rollo tatuajes es importante y no le veo con estilo”, declara a las cámaras de ‘First Dates’.
Sabrina es, cuanto menos, sincera, y le cuenta a su cita que quiere ser madre soltera. Alejandro se queda a cuadros y responde, en tono irónico: “Has venido al programa idóneo, eh”.
“Se supone que estás buscando el amor, para esto estamos aquí. Ese término de madre soltera a mí sí que me rechina un poco en la mente”, confiesa Alejandro a las cámaras del programa.
Aunque Alejandro le dice a Sabrina “vamos a pensar en positivo”, al hablar de tener hijos, acto seguido le confiesa: “Yo no creo que tenga niños”. Ante las cámaras de ‘First Dates’, ella confiesa que la situación “ha sido un cuadro”.
Sabrina también le confiesa a su cita que, por alguna razón, no se fía de él. Y Alejandro, más que tratar de poner alguna excusa, responde: "La gente dice que nunca te fíes de un hombre con los ojos azules".
En la decisión final, Sabrina y Alejandro deciden que no quieren seguir conociéndose.
“No quiero una segunda cita, porque hay varias cosas que no me ha cuadrado, como que no quieres ser padre o las dietas que yo no llevo. Físicamente no eras 100% mi prototipo”, responde Sabrina.
“No tendría, básicamente lo hemos hablado todo y ha quedado super claro el tema de ser padres, del gimnasio, de la alimentación. Quiero alguien afín a mí en ese sentido, y físicamente tampoco cumple del todo con mi canon de chicas”, añade Alejandro.