Bárbara es una chica italiana y muy enérgica que busca a alguien con su misma energía, pero que la tranquilice. Vino a España por amor al país y acabó enamorándose de un chico mexicano. Siente que se enamora muy rápido, pero no le ha ido muy bien en el amor. Busca a un chico que, sobre todo, tenga buen corazón, le da igual que vaya mucho o poco al gimnasio.
Juan Manuel, su cita, es un chico argentino muy zen, que trabaja en Madrid de socorrista. Mientras esperaban la cena, ambos han descubierto que los eran masajistas. El soltero ha sentido que Bárbara hablaba muy bien español, pero ella le ha dicho que había aprendido hablando con la gente.
Bárbara ha querido saber qué le gustaba hacer a Juan Manuel y él le ha dicho que le gustaba mucho hacer planes, viajar y estar activo, pero ella ha sentido que era muy tranquilo para ella. La soltera es un muy aficionada a salir de fiesta y bailar, y a él no le ha visto. Pero cuando le ha dicho que sí le gustaban los karaokes, ha cambiado de opinión “ya tenemos plan”.
A Juan Manuel no le ha gustado mucho saber que ser madre no estaba entre los planes de Bárbara porque “tuve una planta y se me murió” y a ella no le ha gustado que él no pagara la cena de forma espontánea y aceptara pagar a medias. Pero han sido sinceros y han valorado que habían encontrado cosas muy positivas el uno en el otro.
Los dos han sentido que podían pasárselo muy bien juntos y se han dicho que sí a un karaoke o hacer algún viaje juntos.