A José Luis el amor cada día se le hace cada vez más cuesta arriba porque tiene muchas heridas del pasado, pero es ambicioso y no pierda las ganas. Vive y trabaja en Luxemburgo, da clases de robótica en la universidad. Está muy contento allí, pero hace un año no tiene pareja y quiere volver a encontrar el amor. Le gustan las mujeres inteligentes y que comprendan que está muy comprometido con mi trabajo.
Sofía, su cita, se ha presentado como una mujer ambiciosa, aventurera y muy cariñosa. Al verla, a José Luis se le ha dibujado una sonrisa en la cara, pero cuando ella le ha dicho que vivía en Barcelona y él le contado que lo hacía en Luxemburgo, a Sofía no le ha gustado demasiado. Eso sí, le ha molado mucho saber que era profesor e investigador porque a ella le gustan mucho los tipos inteligentes.
Antes de acompañarle a la mesa, Carlos Sobera le ha advertido a Sofía que tenían el tiempo muy justo para enamorarse “tenemos solo una semana para consumar”, y es que José Luis se vuelve a Luxemburgo.
El soltero ha querido saber cómo había llegado Sofía a Barcelona y ha sentido que podían conectar porque los dos habían dejado su país por trabajo. Ella se ha interesado por el amor en Luxemburgo y él le ha dicho que allí era complicad porque vivía en un pueblo muy pequeño. Respecto a sus planes de futuro los dos han parecido tener claro que querían tener hijos y formar una familia.
A Sofía le apasiona bailar tango y en lugar de fiesta, va a “milongas, sitios donde se baila el tango”. Algo que a José Luis le ha sorprendido mucho porque él lo de milongas lo asocia a mentiras “mi madre siempre me dice ‘no me cuentes milongas”. Sofía ha alucinado y ha sentido que no estaría bien entonces decir que es milonguera. Lo que sí le ha gustado es que a su cita le gustaran las motos y salir de ruta por la naturaleza, a ella le encantan.
Los solteros estaban encantados con todo lo que iban descubriendo el uno del otro y saber que los dos corrían ha sido un súper match. De hecho, ya han hablado de correr juntos la maratón de Luxemburgo. En la decisión final, los dos han dicho que sí y él le ha recordado que solo tenía una semana para estar en Madrid y la ha invitado a quedarse con él.