A Nian no le gusta decir que es diferente, pero siempre ha tenido problemas para relacionarse de forma fluida y con nueve años le diagnosticaron “trastorno espectro autista asperger”. Ha tenido una infancia complicada y en el amor también tiene alguna barrera “a las personas les cuesta comprender mi forma de ser”. En el tema sexual no está muy experimentado y siente que el contacto físico puede ser importante, pero no algo fundamental.
Ha querido que su cita conociera primero a Furry, su personaje antropomórfico, antes que a él y le ha dejado un vídeo en la barra. Ana, su cita, comenzó a engordar con 9 años y tiene claro que “los adolescentes dan mucho asco” y que su adolescencia no ha sido fácil “la gente puede ser muy cruel”. Nunca ha estado enamorada porque le cuesta ser extrovertida, pero en este momento le apetece dejarse conocer. Al ver el vídeo del Furry, Ana ha sentido curiosidad por conocerle, pero se ha puesto nerviosa al conocer a Nian.
Él también se ha puesto nervioso, pero ha comenzado a contarle quién era su furry y que era un poco friki. Nian ha querido sabe qué le gustaba hacer a su cita y Ana le ha contado que le gustaban los juegos de roll, leer, escribir y que, sobre todo, tenía una relación muy especial consigo misma y que el 70% de su tiempo le gustaba pasarlo sola.
Nian ha entendido perfectamente esa parte de la personalidad de Ana y le ha contado que él tenía autismo diagnosticado. Algo que su cita ha normalizado porque ella tiene ansiedad y en el momento en el que vivimos se están empezando a visualizar los trastornos mentales. Ana también le ha contado que no ha tenido pareja porque no se ha sentido preparada y Nian le ha respondido con un “nadie nos enseña a querernos y no es fácil hacerlo”.
Ana y Nian han hecho un esfuerzo enorme al venir a ‘First Dates’, pero el esfuerzo ha merecido la pena porque ambos han conocido a una persona maravillosa. Él le ha confesado que le costaba mucho trabajo mirar a los ojos a las personas, pero que estaba trabajando en ello y que cuando ella no se daba cuenta no paraba de mirarla.
Los dos se han sentido fenomenal cenando juntos y han tenido claro que iban a volver a quedar. Ana no sabía si iba a querer una segunda cita romántica, pero sí conocerle como amigo y lo que vaya surgiendo entre ellos.