Nuria es una mujer de armas tomar, pero “las armas no las saco nunca”. No se acuerda del tiempo que lleva sola y siente que los hombres “se acojonan” al conocer su fuerte carácter. Le gustaría encontrar a un hombre un poquito más alto que ella, con todos los dientes y si puede ser “pulcro, limpio”.
Manolo, su cita en ‘First Dates’, se ha presentado como un hombre jovial, activo, positivo y “completamente feliz”. Al verle, Nuria ha tenido claro que no era su tipo, le ha visto muy menudito y ella se ve “más mujerona”. Sin embargo, ha comenzado a conocerle.
El soltero le ha contado que era de un pueblito de Cataluña y a ella no le ha gustado nada que no fuera un pueblo con mar porque pidió a alguien casi de primera línea. Además, cuando Elsa Anka les ha sentado en la mesa, Nuria le ha dicho que no le gustaba estar en el medio “prefiero los extremos” y tampoco le ha gustado saber que Manolo no hablaba catalán. La cita no ha empezado nada bien.
Nuria se ha interesado por la vida sentimental de Manolo y este le ha contado que había estado más de 30 años casado, pero que ya llevaba 15 divorciado. Ella poco más o menos, lleva unos 20 años divorciada y cree que “ni con un taladro, a mi ya no me entra ni un lápiz”. Manolo le ha confesado que él no necesita a una mujer para ser feliz porque ya es muy feliz, algo que Nuria también es, pero tiene la obsesión de no morirse sola.
La soltera es enfermera y se le rompe el alma cada vez que ve a la gente morirse sola en la cama de un hospital “Ostras, ¿Y si me pasa a mí?”.
Nuria se ha horrorizado al saber que Manolo tenía su casa en venta y que quería regresar a vivir a Barcelona para estar cerca de sus hijos. Ella tiene claro que jamás viviría en una ciudad y que prefiere la tranquilidad del mar. Manolo ha sentido que el se aburrida como una ostra pescando con ella y sobre todo, que no quería una mujer de carácter de nuevo en su vida.
Ella no ha parado de sacar conversación, pero también tenía la sensación de que Manolo y ella eran personas muy distintas, y que su relación se quedaba muy justita. Él busca a una mujer que sobre todo sea humilde porque no le gusta nada la prepotencia en las personas y ella ha bromeado confesándole que venía en busca de un pescador catalán y le habían traído a un hombre de Sevilla.
Ambos han tenido claro que no estaban hechos el uno para el otro, pero Nuria ha aceptado que Manolo la invitara a cenar “Me ha aprovechado para una vez que paga un hombre”.
El presentador del programa de citas ha afirmado que el 'ghosting' no es nada nuevo y sentencia: "El ser humano siempre ha sido un cobarde".