Raúl ha respirado tranquilo cuando ha escuchado el acento gallego de su cita en ‘First Dates’. Él jamás pensó abandonar su tierra, pero la vida le ha convertido en un azafato de vuelo y el destino le ha hecho tener una cita a ciegas con otro gallego al que le apasiona viajar.
Raúl es azafato de vuelo y tras pasarse toda su vida pensando que iba a vivir en Galicia, hace un año cambió su tierra por Madrid. Nunca ha tenido pareja y le ha confesado a Carlos Sobera que es raro. Es una persona un poco callada y busca a un chico que sea hablador y sobre todo, buena persona.
Matías ha bromeado con él y le ha dicho que a su cita le tendría que gustar volar, y Carlos Sobera le ha soltado un “Como a ti”, pero Matías le ha dicho que él no necesitaba avión “Yo vuelo sin alas, compañero”.
Asier, su cita, es un chico muy viajero al que no le importa viajar solo. Al ver a Raúl y comprobar que era también gallego, se ha llevado una buenísima impresión, algo que también le ha pasado al azafato. Han hablado de sus lugares de procedencia, de sus profesiones y antes de brindar y dirigirse a la mesa, Raúl le ha propuesto a su cita averiguar cuántos años tenía.
Raúl y Asier estaban encantados de tener una cita con un chico gallego y volver a escuchar el acento de su tierra que tanto les gusta. Raúl le ha contado que lleva un año viviendo en Madrid y que estaba trabajando en una aerolínea, algo que Asier siempre ha querido hacer, le encanta viajar y han sentido que África podría ser un buen destino para hacer juntos.
Hablando del deporte que practicaban, Asier le ha confesado que en su trabajo de celador tiene que hacer mucha fuerza, pero que también le gusta jugar al tenis y hacer un poquito de ejercicio. Raúl es un apasionado del deporte y desde pequeñito a practicado todo tipo de deporte “mi madre me apuntaba a todo”.
Volviendo al tema del acento, a Raúl se le han llenado los ojos de lágrimas al contarle a Asier que lo pasa mal cuando no está en Galicia con su madre porque sabe que ella necesita tener a alguien a su lado. Respecto al amor, Asier no podía creer que su cita no hubiera tenido ninguna pareja con 30 años y Raúl le ha contado que solo había sentido una vez eso que dice de que se para el tiempo. Sin embargo, el chico que le enamoró no quería una relación seria y él lo pasó mal, muy mal “me despertaba y lloraba, iba a trabajar llorando, lloraba en la peluquería…”.
Jugando al Rasca del Amor, Raúl le ha confesado a su cita que no cambiaría de su forma de ser su transparencia y Asier le ha dicho que no estaría con una persona a la que no le guste viajar. Los dos se han confesado que estaban muy nerviosos al principio “estabas tomate, tomate”, pero que les había gustado lo que habían descubierto.
Los dos quieren repetir la cita y conocerse un poquito más, y tienen claro que Galicia puede ser un lugar perfecto para ese segundo encuentro “en unas termas estaría bien”.
Matías Roure, entre otros colaboradores, relata algunas anécdotas del programa y lo que más le emociona de participar en el dating show.