La cita de Dani y Óscar ha comenzado mal porque el soltero no ha visto capaz a su cita de llevar una disciplina de gimnasio sin embargo, Dani no se ha dejado llevar por la primera impresión y ha descubierto que Óscar podía ser una caja de sorpresas, y tantas sorpresas.
Dani siente que tiene un problema “soy egocéntrico narcisista y por esos mis relaciones no llegan a más, me quiero más a mí mismo de lo que puedo llegar a querer a nadie”. Le ha contado a Elsa Anka en la barra de ‘First Dates’ que es de la generación Disney y que sueña con un amor de fantasía que igual no existe en el mundo gay. Busca una vida con una relación monógama, su cortejo… Busca a un chico divertido y con disciplina de trabajo.
Óscar, su cita, ha venido a ‘First Dates’ con pajarita y presumiendo de haber conseguido tener abdominales. Cupido todavía no le ha “penetrado” con sus flechas. Al verle, Dani ha sentido que era un chico muy mono, pero que tenía los rasgos de un niño pequeño de hecho, ha pensado que tenía 23 años y él le ha dicho que tenía 31. El soltero asegura que se cuida mucho “practico el autocuidado, me echo crema, hago mucho deporte, hago dieta…”. Han comenzado a conocerse hablando de sus trabajos y haciendo bromas sobre su match en color “es negro funeral”.
A Óscar le ha sorprendido que su cita pidiera pan durante la cena y él le ha dicho que había pedido atún porque le gustaba mucho el sushi y desde que iba al gimnasio consumía muchas más proteínas. Óscar le ha recordado que también es bueno consumir hidratos y ha querido saber cómo llevaba el tema del gimnasio, pero cuando Dani le ha contado que ya se lo estaba tomando en serio lo ha dudado y le ha soltado un “¿Te ves capaz de seguir una disciplina de gimnasio?”.
Una pregunta que ha dejado muerto a Dani porque él tiene claro que, si no está mejor que su cita, están a la par “¿Nos quitamos la camiseta a ver quién está mejor?”. Sin embargo, ha intentado pasar por alto el comentario y le ha contado que él entrenaba con música y que hacía un poco el tonto. Confesión que ha horrorizado a Óscar porque cree que es fatal para los músculos entrenar con música.
Dani y Óscar no parecían encontrar algo que les uniera y se han puesto a hablar de amor. Dani le ha confesado que había sido un poquito rebelde y que estaba convencido de que la convivencia acababa con la magia de las relaciones. Él lleva mucho tiempo viviendo solo y está muy acostumbrado a sus manías. Óscar ha sentido que su cita no paraba de hablar, pero cuando ha podido expresarse, le ha dicho que él buscaba una relación monógama, que era un chico entregado, cariñoso y que ponía en sus relaciones el filtro de la racionalidad, le ha sorprendido “es una caja de sorpresas”.
Superado el momento inicial en el que le ha mandado al gimnasio, Dani ha cambiado el chip y ha comenzado a ver a Óscar con otros ojos incluso, le ha reconocido que la cita estaba siendo una montaña rusa de emociones y que poco a poco le iba gustando lo que estaba bien.
En el momento de la decisión final le ha dicho que no le había gustado que le mandara al gimnasio nada más conocerle, pero que le había sorprendido en otros aspectos y que quería seguir descubriendo que había debajo de esa chaquetita. Sin embargo, Óscar se ha puesto muy serio y le ha dicho que no quería tener más citas con él por una cuestión de perfiles. El perfil de chico que le gusta es “más atlético y más musculado”.
De una forma sutil, le ha vuelto a mandar al gimnasio a entrenar y Dani no ha dudado en sacar músculo para demostrarle que está estupendo “pues nada, a entrenar al gym”.