Amparo se considera una chica sexy y atractiva que se cuida mucho y se ha hecho algún que otro retoquito. Tenía la autoestima muy baja, pero ir al gimnasio le ayudó a salir de una casi depresión. Ha tenido una relación estable de 6 años, pero cada uno tiró por su lado y ya lleva 8 años soltera. Está acostumbrada a que los chicos solo la quieran por su físico y suele ser ella la que pone las normas.
David, su cita, ha estado 10 años en el ejército, ha sido escolta y actualmente se dedica a la seguridad privada. Hace artes marciales y dedica mucho tiempo a la bicicleta y a patinar. Al ver a Amparo ha exclamado un “Wow” y antes de conocerla, le ha contado a Carlos Sobera que coincidió con él en un hotel. Es de un pueblito de Barcelona que Amparo no conoce y ella de Valencia, una ciudad que él tampoco ha visitado nunca.
Amparo le ha pedido a David que adivinara su edad y el soltero le ha echado unos cuantos añitos de más. Ella ha asegurado que no le había importado, pero en ese mismo momento ha dicho que no se fijaría en él por la calle. David lleva 6 años soltero y ha querido saber por qué Amparo llevaba alguno más que él, y ella le ha explicado que estaba muy bien sola.
David ha querido saber qué buscaba Amparo en una relación y ella le ha dicho que no es de relaciones esporádicas y que busca algo serio. Eso sí, cariñosa no es mucho, pero sí espontanea. Él le ha confesado que solía ser tímido al principio y que eso le hacía parecer más serio, pero que estaba encantado con ella y que le estaba gustando lo que estaba viendo.
David y Amparo han llevado la cita por dos caminos distintos, pero como ya se sabe que hasta el final todo puede pasar, el soltero ha pisado el acelerador al ritmo de la música. Él estaba encantado con su cita y no ha dudado en pasarse toda la canción piropeándola y diciéndole que era una mujer muy sexy, pero ella solo parecía querer salir corriendo.
A Amparo le ha dado pena no corresponder la ristra de piropos de David, pero tenía claro desde hacía mucho que ese chico no era el que estaba buscando y no le ha gustado nada que él esperara a que ella pagara su parte de la cena para soltar un “te has adelantado, te iba a invitar yo”, cuando no era cierto “ha quedado fatal”.