Rafa se ha presentado en ‘First Dates’ como un chico que liga muchísimo, pero que no encuentra a una chica que le robe el corazón. Venía buscando una conversación e Irene se la ha dado, pero ha terminado encontrándole una pega como al más del 90% de las chicas que conoce en la noche.
A Irene le gusta gustar, pero todavía no se ha enamorado. Es una chica con mucho carácter y se define como “sincera y directa”. Eso sí, al principio es muy fría, pero luego es muy tierna y cariñosa. Al saber que a Irene le gustan mayores, Carlos Sobera no ha podido evitar cantarle la conocida canción.
Rafa, su cita, asegura que de las 50 o 100 chicas con las que ha estado ninguna le ha cuadrado para tener una relación “El otro día saqué el porcentaje y era el 1,57 de cada 100”. Ha entrado en el restaurante con frío, pero al presentador no le ha extrañado porque debajo del abrigo estaba en manga corta.
Al ver a Irene ha sentido que no era el prototipo de chica que le gustaba “es normalita”, pero ha querido escuchar a ver qué podían tener en común. Ella ha sido muy directa y nada más verle ha querido saber cuántos años tenía, qué estudiaba…
Ya sentados en la mesa, Rafa ha querido saber qué le había parecido a su cita porque suele dar la impresión de chulo y la verdad es que le gusta destacar y en ocasiones dar la nota. Irene le ha dicho que no había tenido una mala impresión, pero ha querido saber si salía mucho de fiesta porque tenía toda la pinta.
Él le ha dicho que iba por épocas, pero que sí solía salir dos veces al mes. Sus amigos casi todos tienen novia y él es más de rollitos. Ha tenido noches de liarse con dos o tres y otras de no querer nada de nada. Ella ha sido sincera con él y le ha dicho que se estaba vendiendo fatal.
Rafa le ha contado que iba al gimnasio, que comenzó a entrar para perder peso “he bajado 30 kilos” y que ahora estaba intentando coger volumen y que tenía que comer un montón. A ella le ha gustado físicamente, aunque poco a poco ha ido sintiendo que tenía puntitos de chulo “baja campeón”, y a él le ha pasado al revés.
Irene no le ha gustado a primer vista, pero la conocerla ha ido viendo que era una chica muy maja con la que se podía hablar de todo. De hecho, le ha preguntado que si había sentido algún flechado y se ha sorprendido al saber que no porque es una chica muy fría.
La música ha comenzado a sonar en el restaurante de ‘First Dates’ y Rafa e Irene se han puesto a darlo todo al ritmo de la música. Ambos han sentido que se movían muy bien juntos, pero él no ha sentido nada más. Le ha gustado el movimiento de caderas de Irene, pero cuando ella le ha mirado en plan “bésame”, él no ha sentido ganas de hacerlo.
En el momento de la decisión final le ha explicado que le gustaban las chicas más altas y más de su rollo, una pena porque ella sí que quería volver a quedar con él para descubrir que había detrás de esa chulería.