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Giuseppe es un italiano enamorado de las mujeres españolas, del flamenco y de la música de Rocío Jurado. Ha recibido a su cita en ‘First Dates’ al ritmo de ‘Ese hombre’, la ha dejado muerta al criticar su maquillaje y la ha dado unos besitos de esquimal que ella no esperaba recibir ni aceptar.
Giuseppe ha entrado en el restaurante de ‘Fist Dates’ derrochando energía, le ha llamado “Carlitos” a Carlos Sobera y le ha dicho que él era un italiano de sangre azul. El soltero trabaja en un banco y actualmente está en Portugal, pero siente que nuestro país vecino ya le ha dado todo y ha pedido un traslado a Madrid. Giuseppe ya estuvo un año viviendo en España y tiene claro que lo mejor del país son las mujeres y el flamenquito.
Le gusta mucho “La Más Grande, Rocío Jurado” y asegura que se atreve con todo “si veo a una mujer guapa bailar flamenco, me pongo malo”. Al saberlo, el presentador le ha propuesto recibir a su cita cantando por Rocío Jurado y él ha aceptado encantado.
Estefanía, su cita, asegura que sus amigas le dicen que está muy loca, pero en el buen sentido porque se atreve con todo. Al saber que su cita era italiano, le ha dicho a Carlos Sobera que hace poco estuvo en Roma y que si un chico le gusta suele ser un error “seguro que pone en la frente, el peor error de tu vida”.
Al ver a Estefanía, Giuseppe ha sentido que tenía un cuerpazo y que era mucho para él, pero también ha sabido al instante que era andaluza. Sin cortarse un pelo, ha seguido las indicaciones del presentador y le ha cantado, a su manera, el temazo ‘Ese hombre’ de Rocío Jurado. Ella lo ha valorado, pero ha creído que lo había hecho fatal y que no se sabía ni la letra.
Giuseppe ha comenzado la cita con miedo al karma porque él ha sido infiel en todas sus relaciones, pero ilusionado. Se ha fijado en los ojos de Patricia, que son muy parecidos en color a los suyos, pero le ha soltado un “te pintas demasiado” que a ella le ha dejado “muerta”. Él le ha pedido que no se enfadara porque era una sensación y sentía que en Andalucía las mujeres se arreglaban y maquillaban demasiado, y a él le gustan las chicas guapas, pero que puedan salir a la calle sin maquillar.
Ella el ha intentado explicar que en su día a día va sin maquillar, pero él no la ha creído. Respecto a la feria, la soltera le ha dicho que le gustaba mucho y Giuseppe se ha venido arriba. Ha intentado llamar a Carlos Sobera para que les pusiera un poquito de flamenquito. Patricia ha intentado frenarle y le ha dicho por activa y por pasiva que ella no iba ni a bailar ni a cantar “yo he venido aquí a enamorarme, si quieres hacer el show, hazlo tú”.
El italiano estaba preocupado por si Patricia le entendía bien y ella le ha dicho que sí, y que los italianos no tienen fama de románticos, tienen fama de mujeriegos. Él le ha explicado que no tenía problemas para tener sexo y que él ofrecía un sexo diferente. Eso de vamos a follar los miércoles a las ocho en la postura del misionero, no van con él.
Eso sí, cuando ha intentado saber qué le gustaba en el tema sexual a Patricia, ella le ha frenado en seco. Le ha dejado claro que esos temas no se hablan en la mesa y que son cosas que hay que descubrir “Que qué me gusta que me hagan, que me hagan Bizum”. Esas cosas se las contará en una segunda o tercera cita si la hay.
En el reservado, Estefanía ha alucinado al comprobar que Giuseppe se sabía enterita la canción que ella había elegido y al final han terminado bailando y cantando juntos. En las Bolas del Amor les ha tocado un besito de esquimal y ninguno de los dos sabían cómo se daban así que él se ha lanzado a la piscina.
A Estefanía le han encantado los besos del italiano y ha querido repetir, pero los dos han tenido claro que lo suyo más allá de “un polvito” no iba a llegar porque eran muy diferentes. Ella se pinta demasiado para él y él es demasiado lanzado para ella.