Jorge ha sentido que Ángel era su yo de hace 5 años, se ha visto identificado y ha querido compartir con él ese momento de la vida. Entre ellos ha surgido una magia muy especial que quieren disfrutar.

Jorge ha llegado al refugio de montaña de ‘First Dates’ con un look maravilloso, pero igual no demasiado apropiado para ir a esquiar, pero es que según le ha explicado a Carlos Sobera, él es una persona muy sociable para la que la ropa no tiene género y se pone lo que le da la gana. Antes era Cayetano y de hecho, tiene a la venta todos sus conjuntos más clásicos.

En el amor no ha tenido ninguna relación seria y asegura ser como “un banco del parque, muchos pasan, pero ninguno se sienta”. Incluso, asegura que su forma de vestir le ha dificultado las cosas y algunas parejas le han dicho que no se maquillara, algo que él no va a dejar de hacer por nadie.

Ángel, su cita, es una persona muy casera a la que le gusta pasar tiempo de calidad consigo mismo. Está buscando a un chico que le saque de su rutina y a Jorge le ha gustado “es un chico alto”. Rápidamente se han puesto a hablar de sus lugares de residencia y a Ángel le ha dado mucha envidia que Jorge estuviera en Madrid porque también siente que hay mucha más libertad que en un pueblo.

El soltero ha estudiado diseño de modas, algo que a Jorge le encantaría, pero siente que su creatividad está un poco apagada y se está replanteando estudiar otra cosa. Jorge se ha interesado por el asunto y le ha contado que él ha estudiado veterinaria.

A Ángel le ha gustado mucho el look de su cita y le ha dicho que él era también mucho de crop tops, pero que en invierno es había vuelto muy friolero. Jorge le ha contado que mientras que vivió en su pueblo se tuvo que esconder porque incluso un día que se pintó las uñas, la foto le llegó hasta a su “abuela, en paz descanse”. Pero que cuando se fue a estudiar a Murcia se conoció así mismo y que comenzó a ponerse ropa de chica.

A su cita le ha pasado un poco lo mismo, pero él comparte ropa con su madre “A ella le gusta la ropa más ancha, para sentirse cómoda y yo soy más de llevar cosas ajustadas”. A Jorge le ha dado rabia que Ángel no hubiera elegido otro outfit para la cita.

Respecto al amor, Ángel le ha contado que nunca había tenido pareja y que estaba empezando a quedar con chicos, pero que iba poquito a poquito. Jorge lo ha entendido perfectamente y ha sentido que viviendo en un pueblo lo tiene muy difícil, y le ha recomendado salir de la jaula en la que vive en Seseña e irse a vivir a Madrid. Le ha ofrecido salir de fiesta juntos y darle un empujón para que comience a conocer gente y a socializar, que lo necesita para ser él mismo.

Ángel y Jorge se han tomado el postre en el reservado y no han dudado en cogerse de la mano y decirse lo que estaban sintiendo en ese momento. Los dos se han sincerado y han descubierto que estaba muy cómodos juntos. Jorge ha visto en Ángel a su yo de hace cinco años y ha querido formar parte de su proceso de cambio, y de encontrarse así mismo.

Superado el momento, de que se iban a prestar la ropa. Jorge le ha dicho que quería volver a verle y ayudarle a abrir sus alas. Ángel por supuesto, ha aceptado encantado.