Desirée es bisexual y se dio cuenta a los 14 años dándose besitos inocentes con su mejor amiga. Está estudiando maquillaje, caracterización y efectos especiales porque siempre le ha apasionado el cine. Ha traído un papiro romano con un cuento que le podía ayudar a saber cómo era su cita.
Víctor, su cita, es un apasionado de los videojuegos y pasa su tiempo libre jugando o viendo como otros juegan. Quiere estudiar un máster de ciberseguridad y nada más entrar, se ha enfrentado a una prueba. Carlos Sobera le ha entregado el papiro de Desirée y él lo ha leído muy atentamente, tiene claro que quiere a una persona que le motive también intelectualmente.
El soltero tenía que elegir entre un camino lleno de piedrecitas y un bosque oscuro, y ha optado por el segundo. Le ha llamado la atención el ciervo de luz y a su cita le ha gustado saberlo porque eso es que no se queda con las cosas fáciles. Le ha gustado el look de Desirée y saber que le gusta mucho escribir.
La joven le ha contado a Víctor que compone canciones, pero que no sabe tocar ningún instrumento, que le gustan visitar sitios abandonados y escribir historias sobre todo. Él ha sentido que tenían muchas cosas en común porque él toca la batería, visitaba lugares abandonados de pequeño y también le dio una temporada por escribir mini cuentos.
Eso sí, cuando Desirée le ha dicho que era de Cantabria, él se ha quedado igual “no sé dónde está”, menos mal que al saber que estaba cerca de Bilbao se ha orientado un poquito. A ella le ha parecido muy interesante que Víctor quisiera estudiar ciberseguridad porque no había conocido a nadie interesado en ese tema y él ha flipado al saber que ella estaba estudiando maquillaje y efectos especiales, le mola el rollo del coldplay y lo de maquillarse le cuesta muchísimo.
Al escuchar la pregunta “¿Cómo eres en el amor?”, Víctor se ha sentido de regreso a primaria y sin una respuesta concreta, pero le ha terminado diciendo que era atento y que se interesaba por la otra persona. A Desirée le ha encantado su respuesta casi tanto como la tarta de queso que los dos han degustado encantados.
En el momento de la decisión final, los dos han tenido claro que quería repetir porque tenían muchas cosas en común y seguro que les faltaban millones de temas por tratar.