Chiky ha venido a ‘First Dates’ en busca de una chica que le siguiera el ritmo en la pista de baile y Esther ha dado la talla, pero no ha conseguido que entre ellos surgiera la chispa. Ambos sienten pasión por los animales, pero no de la misma manera.
Reydisnier, ‘Chiky’ para sus amigos, asegura que en la escuela le llamaban Rey, pero que cuando empezó a trabajar en una compañía de baile le pusieron el apodo de ‘Chiky’ porque era el más bajito y así le conoce ya todo el mundo. Ha estado casado y ha sido pareja de hecho, pero ahora busca una relación en la que puede ser él mismo. Es un tipo muy extrovertido y divertido, que le gusta que su pareja disfrute de su ambiente y de su profesión de bailarín.
Esther, su cita, asegura que busca a una persona que sea tan loca como ella y que improvise y la sorprenda. Chiky la ha sorprendido para bien. Al verle, se ha quedado blanca porque había pedido a un chico mulato, pero no se imaginaba que se lo fueran a poner. También le ha sorprendido que fuera bailarín y que viviera en Barcelona. Ella acaba de apuntarse con una amiga a clases de baile y aunque asegura que es arrítmica, él le ha dicho que el ritmo se pilla con el tiempo.
Esther le ha contado a Chiky que va a clases de salsa y bachata, y él le ha explicado que además de profesor es coreografo y tiene un proyecto con cinco bailarines. Pero es algo que no tiene nada que ver con el mundo latino y tiene más un rollo stripper pero sin quitarse la ropa. A ella eso no le ha hecho mucha gracia, pero lo ha entendido y le ha contado que ella es carnicera. Una profesión que le apasiona y que compagina con su pasión por las redes sociales. Eso sí, el baile, que es el mundo del soltero, se le dá fatal “mi amiga se aprende los bailes antes que yo y yo soy la tiktoker”.
Matías ha puesto música para que los solteros se conocieran mejor en la pista de baile y a Esther le han entrado los nervios de golpe. Ha comenzado a bailar con miedito, pero rápidamente se ha dejado llevar por el ritmo de Chiky y la cosa ha comenzado a fluir entre ellos. Él ha sentido que Esther necesitaba un poco más de rodaje, pero que se dejar llevar también era una buenísima señal.
Entre ellos parecía que la cosa estaba fluyendo con mucha naturalidad, pero todavía no se lo han contado todo. Esther ha querido saber si a Chiky le gustaban los animales y él le ha dicho que sí, pero que eso de meterlos en la cama y cosas así, no iban con él. Ella lo ha respetado, pero sí es de la que duermen con sus animales.
En el momento de la decisión final, Esther le ha dado un sí a una segunda cita, pero él le ha explicado que se podían seguir conociendo como amigos, pero que no había sentido lo que él esperaba para formar una pareja. De hecho, cuando han comenzado a hablar de sexo, el ha respondido que se imagina “interesante” una noche de pasión con ella, pero siempre y cuando le gustara el buen sexo.