Jaume, al ver bailar a su cita en ‘First Dates’: “No miente, le cuesta seguir el ritmo”

  • Juame y el amor: “Muchísimas mujeres han pasado por mis brazos”

  • Mónica, al saber que a Jaume le apasiona bailar: “Yo no sé, pero puedo aprender”

  • La timidez ha llevado a Jaume a no tener pareja estable

Jaume ha venido a ‘First Dates’ en busca de una mujer que descubra el diamante en bruto que tiene escondido y parece que la ha encontrado. Mónica no es la mujer adecuada para seguirle el ritmo en la pista, pero sí la apropiada para robarle el corazón.

Jaume se ha presentado como “un diamante sin pulir que nadie ha descubierto”, es un romántico empedernido que no ha tenido suerte en el amor. Ha bailado con muchísimas mujeres, pero siempre regresa solo a casa. Mónica, su cita, siente que el problema no es que haya tenido mala suerte en el amor, es que no ha sabido elegir bien.

Al verse, ambos se han llevado una buen impresión “hay casas que al verlas no quieres entrar, pero en está estoy deseando entrar”. Los dos viven más o menos cerca y tienen una edad similar, la cita ha comenzado bien. A Mónica le gustan los hombres caballerosos y educados, y Jaume lo es.

Ya en la mesa, Jaume le ha formulado a Mónica la pregunta del millón y no ha tenido la respuesta que esperaba. Ella no sabe bailar, pero al saber que él lleva 20 años bailando, le ha dicho que no le importaría aprender. Él trabaja de cara al público, ella es auxiliar de enfermería en rehabilitación y ambos comparten su pasión por el gimnasio. A él le encanta el cuerpo de la mujer y a ella los hombres que se cuiden y tengan buen físico.

Jaume le ha contado a Mónica que él es un hombre un poco atípico al que no le gusta ni el fútbol ni el coche ni las motos. A él le gusta ir de compras “si me voy de compras contigo y tus amigas, soy el hombre más feliz del mundo”. Una confesión que a ella le ha sorprendido, pero que le ha gustado. Lo que no le ha extrañado es que Jaume no haya tenido parejas por timidez porque a ella también le ha pasado.

En el momento que ha comenzado a sonar la música en el restaurante, Jaume ha comprobado que Mónica no le había mentido. Lo de bailar no se le daba nada bien, pero ella ha puesto todo de su parte para seguirle el ritmo.

En el momento de la decisión final, ambos han tenido claro que iban a tener que bailar mucho para llegar a coger el ritmo, pero se habían gustado mucho y querían seguirse conociendo.