Nerea ha llegado a ‘First Dates’ en busca de una relación estable con un chico tatuado y con piercings, pero se ha encontrado con un gallego de Vigo que tiene la habilidad de hacer figuras con el pene. La soltera ha tenido serias dudas, pero ha consultado la situación con su madre y ha querido saber cómo el joven hacía “la hamburguesa”.
Nerea ha llegado a ‘First Dates’ con un piropo y un vacile del gran Carlos Sobera. Al quitarle el abrigo, el presentador le ha dicho que llevaba un vestido precioso y se ha fijado en su tatuaje. Ella le ha explicado que eran la unión de las iniciales de su madre, su abuela, su padre y su hermano y Sobera ha reaccionado con un “menos mal que no tienes 15 hermanos”. Se define como una chica muy alegre “la psicóloga de mi grupo y también imprescindible, cuando no estoy me mandan audios”.
Le ha contado a Sobera que es anilladora “hago piercings” y que en el terreno sentimental le h ido bastante mal. Ha tenido cuatro relaciones que se han terminado por infidelidades y la primera la tuvo con 15 años. Óscar, su cita, se ha presentado como “una persona amable, un poco pícara, son sentido del humor” y que hace cualquier cosa por amor.
Al ver a Nerea ha sentido que era una chica vistosa y ella también se ha llevado una buena impresión. Óscar no parecía ser su prototipo de hombre, pero le ha parecido muy guapo y le ha gustado mucho su tatuaje. Rápidamente han comenzado a hablar de signos del zodíaco y han despertado la curiosidad de Carlos Sobera porque no sabían si Géminis y Cáncer eran muy compatibles. Al saber que Nerea llevaba su horóscopo tatuado en el brazo, el presentador ha querido saber si se tatuaba todo y le ha propuesto tatuarse su experiencia en el programa “te puedes poner ‘First Dates’ y abajo Carlos”.
Superados los nervios iniciales, Óscar y Nerea han comenzado a conocerse con las preguntas típicas. A ella le ha gustado saber que era de Vigo porque es una ciudad que le encanta, pero no le ha hecho mucha gracia que no quisiera tener animales en casa porque ella tiene un perro y “no lo voy a abandonar, es como mi hijo”. Eso sí, en el momento que le ha contado que su perro se llama Ayax, han vuelto a encontrar otro punto de conexión, el rap. A los dos les gusta mucho y un concierto de Ayax en Madrid podría ser un buen lugar para una próxima cita.
Nerea y Óscar ha comenzado a tratar el tema sentimental y ella ha sentido que podía ser un poco inmaduro porque solo había tenido una relación mientras que ella llevaba ya cuatro y emparejada desde los 15 años. En el terreno sexual, Óscar ha comenzado mostrándose prudente y le ha soltado un “se hace lo que se puede”, pero cuando ella ha insistido y ha querido saber si era más romántico o atrevido, él la ha dejado loca “Te vas a sorprender muchísimo, pero soy capaz de hacer figuras con el pene”.
Nerea no daba crédito “yo no sabía que eso se podía hacer” y él le ha contado que un día lo buscó en Google y que desde los 14 años que encontró el video en Youtube lleva entrenando el asunto “Figuras con el pene puedo hacer por ejemplo una hamburguesa, una Torre Eiffel, un pollito, el elefante, la mosca, el canguro… te lo prometo”. No sabe cómo se llama el nombre exacto de la técnica pero sabe que hay hasta libros al respecto. La soltera estaba alucinando y ha tenido claro que si fuera su pareja le pediría que le hiciera un perro con su pene.
Antes de que les sirvieran el postre, Nerea se ha marchado al cuarto de baño para llamar a su madre. Tienen una relación muy especial y asegura que le cuenta todas las relaciones que tiene e incluso, le relata con pelos y señales sus encuentros sexuales y entre las dos sacan conclusiones. Con cierta ilusión le ha contado que su cita era un joven gallego que estaba muy bueno y que le estaba gustando mucho. Su madre se ha mostrado feliz y le ha recordado que igual no era el hombre de su vida, pero que si estaba bueno podía llevarse “un polvazo” de ‘First Dates’.
Con el visto bueno de su madre, Nerea le ha dado un sí a Óscar y le ha propuesto ir a un concierto juntos en Madrid. Él ha aceptado encantado y no ha querido esperar a que Ayax vuelva a cantar “¿Vamos a tomar algo ahora?”. Parece que la distancia entre Madrid y Vigo no es demasiada cuando hay ganas.