Sin poder dejar de pensar en lo guapísimo que es Carlos Sobera y asimilando que no es un hombre que esté a su alcance, Eli se ha sentado en la mesa deseando que su cita le gustara tanto como el presentador. Cualquier cosa mejor que Juan Antonio seguro que iba a ser.
Ernesto, su cita, tiene fama de infiel por su carácter extrovertido y divertido, pero asegura que no hay nada más lejos de la realidad. Es un hombre que ha tenido suerte con las mujeres, pero que en el amor le ha ido regular. Al ver a Eli, su cita, se ha llevado una buena impresión, algo que a ella no le ha pasado. Todavía estaba impresionada por la planta, la belleza y el saber estar de Carlos Sobera y no tenía ojos para nadie más.
Eso sí, le ha contado que era la segunda vez que venía a ‘First Dates’ y que el que fuera su primera cita estaba sentado en la mesa de al lado, lo que había sentido al verle y que era una persona, para ella, muy desagradable.
Para no perder las buenas costumbres y al ver que se habían adelanta a sus deseos y le habían puesto mayonesa en el plató, Eli ha decidido pedir un poquito de alioli eso sí, sin tener en cuenta que estaba interrumpiendo todo el rato a Ernesto con sus deseos culinarios. El soltero ha comenzado a tener la sensación de que Eli no tenía la educación que él esperaba y es que ella no le estaba entendiendo en absoluto.
Eli no entendía ni el humor ni las bromas de su cita y en el momento que Carlos Sobera ha querido saber qué tal estaba transcurriendo la cita, se han puesto a discutir. Podría tratarse de su primera discusión de pareja, pero todo apuntaba a que pareja no iban a ser.
Ernesto ha intentado ser amable y educado, pero no terminaba de sentirse cómodo con Eli, ella no entendía ninguna de sus bromas, no paraba de pedir mayonesa, no estaba a gusto con nada. La soltera le ha dicho que se lo estaba pasando bien con él, pero Ernesto ha sentido que Eli era “una mujer resabiada” que iba a tener complicado encontrar a un hombre como ella.
Sin previo aviso, Eli le ha pedido a Ernesto que se acercara para contarle un pequeño secreto en voz baja “Me he comprado unos tangas que me aprietan y uno lo tuve que cortar, este pensaba que era más holgado, pero me aprieta tanto que se me está abriendo el culo”, un comentario que ha dejado completamente frío a Ernesto quién ha asegurado que no le había gustado nada de Eli. Ni su físico ni su comportamiento ni ciertos comentarios incoherentes que había realizado durante la cena.
Tenía pensado invitarla a cenar, pero Ernesto ha decidido en el último momento que no tenía ningún sentido y en el momento de la decisión final ha sido sincero con ella. Eli también ha expresado que no había sentido nada por él y que como en su vida ya ha tirado mucho para abajo, sigue esperando a un Richard Gere o a un Carlos Sobera que la robe el corazón.