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Eva es actriz y escribe sus propias obras y monólogos. Le encanta vivir en la tranquilidad de un entorno rural y en el amor no está buscando pareja. Está en un momento de su vida en el que le apetece conocer a personas de una forma sexo afectiva, pero sin ataduras. Carlos Sobera ha querido saber si le gustaba el poliamor y le ha dicho que no porque hay que ser muy responsable, ella es más de “autogestión”. No suele tener problemas para encontrar hombres que quieran pasárselo bien, pero cuando empiezan a conocerse mejor como muy bien ha dicho Matías “las aguas comienzan a agitarse”.
José Ángel, su cita, es un hombre formado en la danza, pero con intereses músicas y mucha curiosidad por la interpretación, que ha entrado en el restaurante muy despacito y asegurando estar en el mejor momento de su vida. Eso sí, le ha parecido que Lugo y Tarragona estaban un poquito lejos.
A Eva le ha gustado mucho que Ángel fuera bailarín porque siempre le ha parecido súper difícil expresar los sentimientos con el cuerpo y a él también le ha parecido estupendo que ella fuera actriz. Sin embargo, al escucharla decir que le parecía muy difícil el tema de la improvisación, Ángel se ha venido arriba explicándole los conceptos y la técnica. Le ha dado una chapa considerable ante la que ella se ha sentido abrumada. Es más, se ha imaginado diciéndole un “cariño cállate un poco” si volvían a quedar y le hablaba de términos trascendentales.
Antes de que la cita fuera a más, Eva le ha contado a Ángel que ella no estaba buscando pareja formal y que ella quería a personas para conocer. A él le ha parecido bien e incluso, se ha lanzado a explicarle su teoría del origen machista de la monogamia. Menos mal que ha frenado pronto y le ha explicado que sí le gustaría ser padre, algo que ella tiene completamente descartado.
Una de las preguntas del Rasca del Amor era ¿Cómo eres en el amor? y Ángel le ha confesado a Eva que era poco hablador, algo que ella ha agradecido porque se había encontrado hombres que en la intimidad le hablaban de cualquier cosa. Ángel estaba encantado con Eva y ha dejado claro que quería repetir cita con ella porque le habían gustado hasta sus canas. Una apreciación que a ella le ha sorprendido, pero que le ha gustado.
Eva ha calificado su cita de sosa y con momentos aburridos, pero no ha rechazado una segunda cita con Ángel porque nunca había estado en Galicia y quería tener una casita allí a la que ir “Nada interesada”. Igual acaba utilizando en el preservativo que siempre lleva en su cartera.