Simpatía y sexo, han sido los dos ingredientes que han marcado el menú de la cena de Magdalena y Zana, el Caballo de Jerez, durante su cita en ‘First Dates’. A Carlos Sobera le ha impresionado el motivo de apodo del soltero y a su cita le ha asustado.
La simpatía es la característica que más define a Magdalena y simpatía ha derrochado en ‘First Dates’. Ha comenzado su cita siendo ella la que entrevistaba a Carlos Sobera y contándole cuánto lleva en España y como se enamoró de la gente y del país, tras estar un tiempo viviendo en Francia.
En el tema de relaciones busca a un hombre simpático y que le siga el rollo, pero no quiere una relación tensa y formal, quiere más un amigo especial o una relación abierta. Asegura que como buena cubana, le gusta que los hombres no le llamen en un par de días “que se desaparezcan, me gustan lo difícil”. Le encantaría que supiera bailar porque a ella lo que le gusta es “fiesta, rumba” y Matías ha visto claro que la alegría latina había llegado a ‘First Dates’.
Carlos Sobera ha ido hasta la puerta a recibir a su cita y se ha llevado una gran sorpresa. Zana ha entrado muy rápido y le ha soltado un “me puedes llamar caballo”. El presentador no entendía nada y ha querido saber por qué le llamaban “el caballo de Jerez”, él le ha dicho que la tenía como un caballo, pero Sobera no daba crédito a lo que estaba escuchando y ha querido saber más antes de presentarle a Magdalena.
“Un tío que la tiene más grande que Nacho Vidal es como un caballo”, ha asegurado Zana consiguiendo que el presentador se echara las manos a la cabeza. Es más, el soltero tiene un truco para conseguir tener un pene tan grande como el suyo “Puedes hacer que te crezca el pene dando un masaje desde chiquitito, a los doce años, tocándote, yo me tocaba desde los doce años hasta ahora”.
Respecto a su cita, se ha llevado una buena impresión “Yo me he fijado en las tetas, yo me fijo mucho en tetas y culo”, y Matías ha sentido que la cita prometía “El caballo y la tigresa”. Ya en la mesa, han comenzado hablando de sus relaciones anteriores y Magdalena le ha contado que no busca una relación seria. Al saberlo, a Zana le ha parecido estupendo y ha querido saber si era liberal porque para él es muy importante el sexo. Es más, le ha preguntado directamente “¿Has hecho un trío alguna vez?”.
Entre risas, Magadalena le ha dicho que sí, pero que solo con dos hombres “lo he hecho muchas veces” y le ha confesado que su fantasía sexual sería hacerlo “con cinco hombres, todos para mí”. A Zana no le ha asustado porque él asegura “no tener límites” y descubrir siempre todo lo que quiere saber “no me quedo con las ganas”.
Metido de lleno en el tema sexual, Zana ha querido saber cuánto tiempo duraban las relaciones sexuales de su cita y al saber que unos “20 minutos o media hora”, ha sentido que era muy poco tiempo y que él mínimo está dos horas “la boca, las tetas, ahí abajo… la penetración es el postre”. Es más, le ha explicado a Magadalena que durante la penetración se toma su tiempo “se deja quita para que se caliente el tigre y luego ya”. Su cita se ha agobiado un poco porque ha sentido que en dos horas ella se aburriría y que Zana hablaba demasiado de sexo y podría ser una fantasmada.
En el reservado, Magdalena se ha mostrado reacia darle un buen morreo a Zana y él se ha dado cuenta de que no era una mujer tan lanzada como parecía. Han cambiado los besos por un buen perreo y ambos han tenido claro que no estan hechos el uno para el otro. A ella le gustaría tenerle como amigo, pero cree que es demasiado fogoso para ella.