El divertido motivo de una comensal para venir a ‘First Dates’: “Para conocerte a ti”
Diego no soporta los ruidos innecesarios: “Intenté quitarle el pitido final al microondas”
Gabriela, sobre Diego: “No me ha gustado, sin planchar, todo sudado, sin arreglar…”
Gabriela tiene muy claro cómo quiere ser: “Una señora en la calle, una mujer en casa y una puta en la cama”
Durante su cita en ‘First Dates’, Diego y Gabriela han descubierto que no tenían nada en común, pero han protagonizado una cita divertidísima en la que no han parado de reírse ni un momento. Una pena que Cupido no haya lanzado las flechas del amor.
Diego es una persona a la que le “molesta cualquier cosita que haga el mundo más incómodo, cualquier pitidito” y no dudó en intentar terminado, te he puesto a calentar un tazón de leche”. Cree que las relaciones no tiene por qué ser largas “la gente que lleva toda la vida juntos, están resignados” y se define como un hombre creativo en todos los aspectos de su vida, cuando le preguntan la hora, no la da e intenta convencer a quien sea de que ese es el mejor momento de su vida.
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Gabriela, su cita, asegura ser “Una señora en la calle, una mujer en casa y una puta en la cama” y estar buscando a un hombre perfecto para ella “Tienes que tener a una persona que cuando entre en casa te sonríe y tú te bajas las bragas”.
El encuentro más divertido de ‘First Dates’
Cuándo su cita le ha preguntado que a qué había venido al programa, Gabriela lo ha tenido clarísimo “a verte a ti, por la calle no te había encontrado”. Una respuesta que ha sacado una sonrisa del comensal y que ha conseguido romper el hielo por completo entre ambos.
Gabriela le ha contado a Diego que en esta vida ha hecho de todo “menos drogas y prostitución”. Lleva 20 años en España y ahora está trabajando en Inglaterra “cuatro semanas allí y cuatro aquí”. A Diego le ha parecido muy interesante porque se dedica a cuidar a personas que están enfermas y él valoró mucho que le cogieran la mano cuando estaba hospitalizado.
Gabriela tiene “dos hijos con el mismo capullo” y Diego es padre de cuatro hijos “seguro, solo de cuatro”. Su cita con Diego estaba siendo muy divertida y ha intentado descubrir qué cosas podrían hacer juntos. Sin embargo, él le ha dejado claro que le gustaba leer, escribir y estar en casa. Siente que lo de salir, andar, bailar o beber ya lo hizo de joven.
Gabriela se ha quedado muy sorprendida porque si no bebía ni bailaba, solo le faltaba que Diego le dijera que tampoco “follaba”. Eso asegura que sí lo hace, pero que a su edad tampoco busca nada especial ni le va a descubrir algo que no sepa. Gabriela le ha explicado que ella lo deja todo por amor si el hombre merece la pena y que primera está ella, luego su pareja y en tercer lugar sus hijos “ellos saben que yo no dejo de comprarme un vestido por ellos”.
Gabriela ha tenido claro que Diego no era el hombre su vida “no me ha gustado, sin planchar, todo sudado…”. Esperaba que su cita fuera un hombre más coqueto que por lo menos se pusiera una camisa y se perfumara para tener una cita a ciegas. Eso sí, hasta las calabazas que se han dado han sido divertidas.
Entre ellos no ha surgido el amor, pero sí una amistad y un rato muy divertido en el restaurante del amor.