Alba y Andrea sacan a la luz el problema de las chicas bisexuales: “No sabemos ligar con chicas”

  • Alba tiene una norma con los animalitos: “No quiero que estén dentro de la cama”

  • Alba, sobre su expareja: “El perro nos miraba mientras lo hacíamos”

  • Andrea, sobre la reencarnación: “Quiero ser una medusa, flotar sin pensar y picar a la gente”

Alba y Andrea han tenido claro que ser bisexual tiene un punto negativo y es que no saben ligar con chicas. A las dos les gustan más las chicas que los chicos, pero siempre acaban rodeadas de hombres. Pero parece que al verbalizarlo su suerte ha cambiado y han notado una chispita de amor.

Alba es una apasionada de los colores, le gusta que se fijen en ella y sobre todo, llamar la atención de los niños. Quiere estudiar Educación Infantil. Andrea, su cita, se siente muy ameba y está orgullosa de ello porque le ha costado mucho tiempo conocerse a sí misma.

Al verse se han gustado y rápidamente han comenzado a tener una conversación muy fluida. Algo especial ha pasado entre ellas y Andrea ha sentido que la distancia entre Valencia y Barcelona era muy poca “estamos cerquita”.

Al saber que Alba era bisexual como ella, Andrea ha hecho la misma reflexión que unos minutos antes su cita le había hecho a Lidia Torrent. Están convencidas de que las chicas bisexuales no saben ligar con chicas y siempre terminan metidas en “un campo de nabos”.

Pero esa no es la única cosa en la que han estado en común. Al saber que Andrea tenía dos patos, Alba le ha dejado claro que ella con los animales tenía una norma muy clara y es que no los quería dentro de la cama. Su expareja metía a su perro en la cama “se hacía pis dentro y durante las relaciones nos miraba”. Andrea ha estado muy de acuerdo con ella y han puesto su primera norma en la relación.

Ambas son muy Disney y si tienen que elegir se quedan con los villanos. A Andrea le flipa Úrsula de La Sirenita, la siente como una mujer empoderada que puede elegir ser delgada, pero prefiere ser gorda y lucir sus curvas con un vestidazo apretado.

En la intimidad del reservado, Alba ha decidido lanzarse a la piscina y probar los labios de su cita por primera vez, Andrea también se ha dejado llevar y han tenido claro que querían repetir la experiencia y volverse a ver en un punto intermedio entre Valencia y Barcelona.