Lucrezia y Sandra han acudido al restaurante del amor en busca de una buena amistad. Todo apunta a que la han encontrado ya que han conectado a la perfección y ambas se han abierto en canal la una con la otra. La sorpresa ha llegado cuando se han puesto a hablar de amor.
"Nosotras a la hora de conocer a alguien lo tenemos más difícil porque somos chicas trans", ha comentado Sandra. "No, yo no", ha respondido Lucrezia. "Como te veía tan estupenda, con la pestaña, el maquillaje...", le ha explicado ella.
"No me esperaba que ella pensará que era como ella en ese sentido. Muchas veces me confunde porque soy como dicen en Italia muy 'curada', una que se tiende mucho a la estética", explicaba Lucrezia.
Lucrezia ha querido contarle a Sandra el que considera "el peor momento de su vida". "Engordé también por el problema de las caderas, cuando descubrieron que tenía una necrosis. Al final se volvió lo que llaman la muerte de los huesos femorales. Lo pasé horrible, pasaron años que nu pude caminar y a nivel psicológico...era una bailarina a la que le dijeron que ya no podía bailar más. Fue un periodo de mi vida horrible, traumático. Tenía dos caminos, o entrar en depresión absoluta o escoger otro camino", contaba.
Lucrezia se ha recuperado y ahora es bailarina: "Paso un año y me di cuenta que mi cuerpo no daba. No era le momento. Probé el segundo año y de ahí empecé con mis danzas orientales, con bachata y salsa. Todos los fines de semana, si no tengo un espectáculo me voy a bailar. Me muero por bailar, yo viviría bailando, de la mañana, a la noche", ha dicho.