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Eurobasket 2022

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Sergio Llull causa un gran estrago con su ausencia: las graves carencias para el juego exterior en la selección

La baja de Sergio Llull para el Eurobasket 2022 ha sentado como un jarro de agua fría para el conjunto de Sergio Scariolo. Pese a no tener gran gravedad, su nueva lesión en los isquiotibiales le ha dejado fuera de la convocatoria final a una semana del inicio de la competición. Uno de los fijos de esta selección abandona la concentración, teniendo que renunciar al que posiblemente sería su último gran torneo con la selección.  

Una lesión más que sensible que se une a las de Ricky Rubio, Victor Claver, Alberto Abalde y Carlos Alocén que tampoco podrá estar por problemas físicos.

ESCASEZ DE VETERANIA

Camino de sus 35 años, el menorquín era junto a Rudy Fernández los jugadores más veteranos de la plantilla con mucha diferencia. Rudy, con 236 partidos internacionalidades y Llull con 154, representan esa generación de oro que en la pasada década consiguió dominar el panorama baloncestístico internacional tan solo por detrás de Estados Unidos. Un ejemplo para los más jóvenes como Nuñez, Pradilla y Parra que ya no tendrán. Además, en este momento de reconstrucción post “Gasoles”, se antojaba imprescindible la figura de Llull en el equipo. Una responsabilidad que recaerá enteramente sobre Rudy pero que supone un duro golpe.

EXPERIENCIA CONTRASTADA

Otro de los apartados importantes es la experiencia que pierde España con la salida del menorquín. El balear ha sido cuatro veces medallista europeo (tres oros y un bronce), dos veces medallista olímpico (plata en Londres 2012 y bronce en Rio 2016) y campeón del mundo en China hace tres años. En todos y cada uno de los títulos Llull tuvo un papel destacado, siendo un referente en el apartado anotador y capaz de revolucionar los partidos gracias a un físico y talento excepcionales

Si bien es cierto que su juego con el paso de los años ha ido a menos (fruto de las lesiones) y que su protagonismo tanto en el Real Madrid como en la selección ha ido decreciendo, el factor Llull siempre es una garantía de éxito de cara a ganar un partido en los minutos finales. Su capacidad de echarse el equipo a la espalda y generar lo que el equipo necesita es una virtud que España pierde en un campeonato con tanta igualdad de cara al oro continental.

LACRA EN EL JUEGO EXTERIOR

Por si no fuera poco, este Eurobasket ha pillado al conjunto español con grandes bajas en las posiciones exteriores. El desgarro del ligamento cruzado a finales de 2021 de Ricky Rubio, MVP del último Mundial, sería la punta del iceberg de una larga lista que vendría detrás. Alocén, Sergio Rodríguez (retirado de la selección), Abalde, Abrines y Claver también causarían baja obligando al seleccionador a revolucionar esta posición. Con la nacionalización de Lorenzo Brown y la incorporación del joven Juan Nuñez más Sergio Llull, Jaime Fernández y Darío Brizuela parecía solventarse el embrollo. Pero la baja del líder de esta posición hace volar por los aires los roles en pista y que de nuevo tendrá que ajustar Scariolo para optimizar al máximo sus fortalezas. Seguramente tanto Brizuela como Jaime verán incrementada su importancia en el equipo.

REFERENTE EMOCIONAL 

Y además de todos estos inconvenientes está que Llull, es mucho Llull. Su factor emocional siempre ha sido diferencial a la hora de marcar los partidos. Su garra, rabia e ímpetu para sacar lo mejor de si y de sus compañeros siempre ha sido un diferencial característico de esta selección. Su baja supone un hándicap tremendo a la hora de llevar las emociones en el juego a otro nivel para ganar grandes objetivos colectivos.

Sergio Llull no será de la partida del equipo el próximo 1 de septiembre en Georgia, en el que habría sido su sexto Eurobasket con España. La selección ahora tiene un nuevo reto: recomponerse de una baja que seguro dejará un vacío grande en el equipo.