En el último mes, hemos recibido con esperanza el anuncio de la llegada de 10 vacunas que han asegurado tener un alto porcentaje de efectividad contra la infección del coronavirus, que ha matado ya a más de un millón de personas a nivel planetario. De ellas, han trascendido las de Moderna, AstraZeneca, la vacuna rusa, la china (de la que hay muy poca información) y la alemana Pfizer-Biontech, a cuyo laboratorio ha trasladado un equipo de ‘En el punto de mira’.
En principio, Boro Barber iba a poder entrevistar a los trabajadores del grupo de investigación que está trabajando directamente con la vacuna del covid19. Sin embargo, cuando el reportero ha llegado a Mainz, esos trabajadores han dejado de contestarle al teléfono. Por seguridad, porque, en este momento, Biontech se encuentra en plenas negociaciones para su autorización y por la competencia con el resto de las vacunas, el hermetismo del laboratorio se ha acrecentado en las últimas semanas.
Sin embargo, el programa ha accedido a una persona cercana al grupo de investigación, que ha asegurado que los trabajadores del laboratorio están sufriendo acoso: “La gente nos pregunta si podemos conseguirles una vacuna, como si fuera soplar y abrir botellas. Nos están acosando. Por eso, la empresa ha pedido que no demos entrevistas, o que no llevemos la camiseta con el logo de Biontech”, ha asegurado en ‘En el punto de mira’.
Este mismo empleado asegura que no hay que temer por la seguridad de la vacuna, en cuanto a los efectos secundarios se refiere. "Yo te puedo decir que no se han saltado ni un sólo paso", ha repetido, dando valor a la vacuna que fue encontrada por un matrimonio turco, al que ya han apodado los 'Curie' de la pandemia, que se pusieron a trabajar el mismo día en el que fue declarada como tal por la OMS.