La Organización Mundial de la Salud está en el punto de mira por la gestión que ha hecho de la crisis del coronavirus. Uno de los principales reproches que se le hacen a la OMS es haber tardado tres meses en declarar la pandemia de COVID-19. Lo hizo en marzo, cuando los primeros casos se habían detectado el diciembre del año anterior. ¿Por qué ocurrió esto?
Germán Velásques está en Ginebra (Suiza), donde se encuentra la sede mundial de la OMS. Durante 20 años fue el responsable del área de medicamentos de la organización y ahora habla con ‘En el punto de mira’ sobre los motivos ocultos que tuvo la OMS para no declarar la pandemia cuando la situación ya era grave.
En el mes de enero, el virus ya había llegado a 20 países. Velásques cree que, si ese no fue el momento propicio para declarar la pandemia, sin duda en febrero ya no había lugar para más dudas. Entonces, ¿por qué no se hizo? “Creo que hubo presiones de algunos países, incluida probablemente China, que no querían que se declarara. El comité de expertos que aconseja si declarar o no la pandemia se reunió, pero excepcionalmente se invitó a cuatro embajadores de países donde ya estaba la pandemia. Según dice a prensa, presionaron a la OMS para que se retrasara”, explica el experto. Esos países eran China, Japón, Corea del Sur y Tailandia.
¿A qué se debían esas presiones? ¿Qué intereses había detrás? Velásques explica que la intención de estos países era “no paralizar las economías y el comercio”. Pero las acusaciones vertidas en diversos medios de comunicación y desde países como Estados Unidos van más allá: se ha dicho que China ocultó la peligrosidad del virus desde el principio y desde Washington se apunta a que Pekín también ocultó información a la Organización Mundial de la Salud.