Después de la detención de Malik, el jefe de la organización que traía la heroína a España desde diferentes puntos de Europa, se encontró en la casa de Malik a Safid, y se determinó solicitar las escuchas telefónicas de su móvil. El juzgado autoriza estas escuchas y en ellas la Guardia Civil se da cuenta de que se estaban reorganizando como una nueva célula asentada en Barcelona a cargo de otra persona diferente a Malik.
En esta nueva célula, se localizan cinco miembros: Mushtaq, Farhat, Muhammad, Bashrarat e Ishan. Sin embargo, a través de estas intervenciones telefónicas, la guardia civil se da cuenta que el modus operandi ha cambiado y ya no es como la organización dirigida por Malik. Este nuevo grupo, mediante un envío de alfombras desde Pakistán hasta Portugal por barco.
Una vez llega el cargamento por barco hasta Portugal, la agente encargada de la investigación indica que se queda parado 48 horas por un problema con la documentación. Farhat, el encargado del envío tranquiliza a los miembros de la organización, diciéndoles que la mercancía solo está parada momentáneamente. A su vez, en las escuchas telefónicas afirmaba: "Han estado revisando delante de mí las alfombras con los rayos y los perros y no han encontrado nada. Estad tranquilos".
En ese momento, la Guardia Civil insiste a la policía portuguesa que hay que romper las alfombras porque están seguros que ahí se encuentra la droga que están buscando, una decisión que fue difícil ya que las alfombras pertenecían a una empresa a la que había que dar explicaciones.
Tras decidir comenzar a rajar cada alfombra, encuentran el hallazgo de la droga. De las 72 alfombras que conformaban el envío, solo 5 contenían la droga que buscaba la policía. El material estaba camuflado en unos tubos amarillos escondidos en la estructura de la alfombra y era muy complicado localizar esta droga a través de un escáner o que un perro pudiera marcar 5 alfombras en un envío de 72.
Para finalizar, en el momento que la policía portuguesa localiza la droga, se procede a detener a Farhat y a su mujer, con esta detención se averigua que se había procedido al soborno tanto de la empresa española receptora de las alfombras, como del personal que trabajaba en los aranceles en el puerto portugués.