La pareja y el presunto asesino del padre de Francisca falleció y posteriormente se enteró que este hombre iba a ser enterrado en la misma tumba en la que estaba su padre, sin su consentimiento. Sin embargo, cuando llegó hasta el cementerio, ya estaba la tumba de su padre profanada con un documento firmado que indicaba que Ángel, el padre, no tenía más familia.
"Te aguantas, que tu sabes que lo he matado y no lo has podido probar nunca", es la frase que Francisca no puede quitarse de la cabeza. Su padre, Ángel, tiene una relación con este hombre desde 1982, hasta el año 2013, cuando su pareja denuncia la desaparición de Ángel y un día después, aparece muerto con signos de asfixia detrás de un instituto en Coria del Río. La investigación apunta a su pareja, pero no hay suficientes pruebas y archiva la causa.
Hace un año, el presunto asesino muere y la familia de este afirma que él quería ser enterrado con su marido. Por suerte, su hija se entera, aunque cuando llega ya han profanado la tumba de su padre.
Hablamos con Francisca sobre este hecho y ella comenzaba realizando una queja contra los juzgados de Coria del Río: "No se ha llegado a ningún juicio porque lo archivaron y al final no han juzgado a nadie por la muerte de mi padre".
Sin embargo, esto no sería todo y añadía: "Ahora profanan la tumba de mi padre y los juzgados también quieren archivarlo, ¿qué pasa en estos juzgados?".
Lo más doloroso para Francisca, es que siempre ha pensado que la pareja de su padre lo mató, aunque nunca ha podido probarlo y que lo hayan intentado enterrar junto a su padre ha sido muy doloroso para ella: "Querían meter al sospechoso de su muerte en el mismo nicho. No lo puedo permitir".