Felisa es una mujer que acude a 'En boca de todos' para denunciar que la última vez que acudió al cementerio a visitar a sus difuntos se encontró los restos en bolsas. Se enteró de lo ocurrido cuando acudió en febrero al lugar y el enterrador le dijo que no había nadie porque la tumba había sido vendida porque no había pagado la tasa de mantenimiento.
Felisa denuncia que, tras lo ocurrido, pagó la tasa hasta el año 2034, pero denuncia que no ha recibido ni los restos de los difuntos ni su tumba, y que a cambio le han dado un nicho que está completamente destrozado que no tiene nada que ver con el que ella tenía en propiedad.
El programa se ha trasladado hasta el cementerio y ha hablado con el párroco, quien afirma que a Felisa la engañó alguien del pueblo a quien ella dejó a cargo del pago y que, pese a que dejaron dos avisos de impago, no recibieron respuesta. Además, da a conocer que le dieron la opción de elegir otra fosa y que ella misma se encargó de tomar la decisión.
Tras escuchar las palabras de los responsables, Felisa se ha pronunciado, muy contundente: ''La fosa que me dieron estaba echa polvo. Yo no elegí la fosa, no tenía más opción que coger algo, yo lo que quiero es recuperar mi fosa porque yo la arreglé, me costó 2.500 euros''.
''Voy a presentar fotografías de cómo tenía la fosa y lo que me quieren dar. Quiero que sepan que ha sido un ultraje, esto no se hace con unos difuntos y menos sin haberme llamado para decirme que había que pagar una cuota. No hay derecho a hacer esto'', explica.
Respecto a dónde se encontró los restos, Felisa lo ha explicado, muy afectada: ''En una bolsa de plástico con una etiqueta, no sé donde lo tienen'', y afirma que no los puede reclamar porque quiere una fosa donde poner a sus difuntos.