Ana María Knezevich Henao desapareció el pasado 2 de febrero en Madrid. Su marido David está detenido en Miami, acusado de secuestrarla y hacerla desaparecer. La hipótesis que manejan los investigadores es que se trata de un móvil económico.
Para intentar llegar al fondo del asunto y esclarecer la situación, siete agentes del FBI han llegado a España para ayudar en la búsqueda en el río Jalón donde creen que podría estar el cadáver de Ana María.
‘En boca de todos’ ha conectado en directo con Juan Manuel Medina, abogado de la familia de Ana María Knezevich Henao, quien nos da todos los detalles sobre cómo avanza el caso.
En cuanto a la hipótesis que indica que David podría haber tirado una maleta con el cuerpo de Ana María al río Jalón, el abogado se ha pronunciado: ‘’Esa es una de las hipótesis, la investigación se está centrando en esos tiempos discordantes entre que el vehículo pasa por un peaje, sale del peaje y aunque no estaba localizado por GPS, lo cual haría facilitado la labor de búsqueda, los investigadores manejan que esta es la zona en la que intentó deshacerse del cadáver de Ana María’’.
Nacho Abad ha querido saber si se está buscando en la zona alrededor del río Jalón y el abogado de la familia ha indicado que él maneja la misma información que los medios de comunicación:
‘’Es verdad que tanto el FBI está hablando con la familia, sabemos que hasta el momento no ha sido productiva la búsqueda, pero no te puedo concretar porque el lugar, la ubicación donde se está realizando la búsqueda, lo conozco por los medios de comunicación’’.
Respecto a los indicios de sospecha contra David, también lo ha explicado: ‘’Es aplastante, realmente todos los que habéis relacionado, realmente lo que ya sabíamos, es cierto que la informaciones que se dieron eran ciertas, tanto el tema como el robo de la placa de matrículas, el coche fue alquilado, la trayectoria de este señor está localizado permanentemente, sabemos que compra el spray en la ferretería, un caso de motorista en una tienda de Madrid, el casco para camuflarse a la hora de entrar en el domicilio. Los indicios son aplastantes''.
‘’Siempre hemos mantenido que es una cuestión económica, este matrimonio amasó un pequeño imperio, se estima un patrimonio de más de 15 millones solo en propiedades inmobiliarias, a parte de dos empresas de tecnología que daban muchos beneficios’’, explica sobre el móvil del presunto crimen.
Además, ha recalcado que cuando se produjo el divorcio entre ambos, las desavenencias matrimoniales eran desacuerdos económicos y que Ana María siempre mantuvo que el reparto se quedaba al 50 por ciento, pero él no estaba de acuerdo.