Se cumplen 10 años del día en el que Isabel Carrasco, presidenta de la diputación de León, salió de su casa hacia su puesto, cuando recibió tres disparos por parte de una mujer. Todo ocurrió a media tarde, en plena calle y la investigación desveló una venganza casi perfecta.
Triana, hija de Monserrat, comenzó a trabajar con Isabel Carrasco. El problema llega cuando la presidenta intenta tener algo más que una amistad con Triana y ésta le rechaza. Es en ese momento, comienza el calvario de Triana y es cuando parece ser que Isabel le hace la vida imposible y pierde su trabajo. Triana se hunde en una depresión profunda y es cuando su madre no lo soporta.
El 12 de mayo de 2014, Montserrat siguió a Isabel y, en una pasarela peatonal, recibió el primer disparo, que entró por su espalda y llega al corazón. Este primer disparo la derribó, pero Isabel no murió en ese momento y la madre de Triana, le disparó dos veces más.
Tras esto, Isabel sale del lugar de los hechos y se reúne con su hija Triana, a ella le entrega el arma. Enseguida Triana se dirige hasta el coche de Raquel Gago, policía local, y allí deposita un bolso con el arma. La policía detiene a madre e hija minutos después, pero nadie encuentra el arma hasta que 30 horas más tarde, Raquel Gago indica que lo ha encontrado por sorpresa en su coche.
Madre e hija fueron condenadas junto a su amiga, Raquel Gago, pero 10 años después, Triana y Montserrat continúan en prisión mientras que la policía local ya se encuentra en libertad.
'En boca de todos' ha conectado con Fermín Guerrero, abogado de Raquel Gago, que nos comentaba sobre la que fue su cliente: "Ella no sabía nada de la pistola, pero esa fue la tesis que se defendió pero no se la creyeron. Realmente fue por un solo voto, había mucha presión en ese momento y yo pienso que esa fue la causa por la que no se puedo acreditar la realidad de lo que pasó".