En Castro Urdiales, Cantabria, un grupo de guardias civiles y un policía nacional que estaban fuera de servicio y venían de una cena navideña, han recibido una salvaje paliza. Uno de los guardias civiles agredidos, declaraba: “Sentí un impacto muy fuerte en la cara, posiblemente con un objeto contundente, que provocó que perdiera la conciencia.
El grupo de agentes de seguridad, paseaban tras una cena navideña hacia sus casas. Los que iban adelantados comienzan a recibir las primeras amenazas, que decían: “Putos picoletos, sois unos perros, os vamos a reventar”. En ese momento, los guardias civiles se identifican e intentan controlar la situación, pero lejos de eso, uno de ellos les responde: “Ahora si que vais a tener problemas”.
Comienza el enfrentamiento y algunos agresores buscan a más gente para golpear a estos guardias civiles, de tres agresores, pasan a ser el doble. Rodean sin miramientos a los agentes y llueven las patadas y los puñetazos.
Daniel Fernández, vicepresidente de la Asociación de Independientes de la Guardia Civil, conectaba con ‘En boca de todos’ para contarnos los detalles de este brutal suceso. Daniel explica, que los agentes continúan recuperándose de esta paliza, uno de ellos tiene la mandíbula rota, otro tiene fracturado el tabique nasal y el resto de los componentes con dolores y magulladuras.
Respecto a los motivos, Daniel confiesa: “Es una situación que se ha denunciado en el último año, producida por la pérdida del principio de autoridad que actualmente existe. Las penas para este tipo de hechos son mínimas. Los agentes no tienen protección jurídica”. Además, añade, que la pelea es simplemente generada por su condición de ser guardias civiles y agentes de la autoridad.