Arantxa Sánchez Vicario se sienta en el banquillo acusada de un presuntamente ocultar bienes para evitar el pago de una deuda millonaria, un delito por el que la Fiscalía pide cuatro años tanto para ella como para su exmarido, Josep Santacana. ‘En boca de todos’ nos muestra la declaración de la tenista ante le juez.
Se ha roto. Arantxa Sánchez Vicario ha declarado entre lágrimas y lo ha hecho en primer lugar a petición de su defensa. La tenista argumenta que su patrimonio primero fue gestionado por su padre y luego por su ahora exmarido.
“Mi marido es el que llevaba todos los temas”, decía Arantxa y añadía que cuando se dio cuenta de todo se arrepintió: “A raíz de todo lo que he visto es cuando me he arrepentido y he dicho que no estaba conforme con lo que estaba pasando. He reconocido los hechos y ahora estoy aquí para que se sepa la verdad y porque realmente estoy para contestar todas la preguntas”.
La tenista asentía cuando le preguntaban si en el pasado podía pagar la deuda, ella respondía que sí y explicaba que si no lo hizo fue porque así se lo habría dicho Josep Santacana: “Mi marido me dijo que no en ese momento, yo hice lo que me decía porque desconozco, soy jugadora de tenis, no tengo conocimiento ni de patrimonio ni de sociedades ni nada”.
En declaraciones a ‘El País’ Arantxa aseguraba que es “muy injusto” que con lo que ha ganado no pueda vivir dele tenis: “Confié en la persona que tenía al lado, mi marido y me la jugó”. Eso sí, dejaba claro que no va a tirar la toalla y que ahora está haciendo “un esfuerzo económico brutal” que seguirá haciendo “toda la vida”.
“Para dejarlo del todo claro, el 95% de su patrimonio había desaparecido antes de que yo llegase a su vida”, aseguraba Josep en ‘Cofilegal’ y añadía que “las estructuras que se montaron para ocultarlo” se habrían creado antes de que se conocieran.
“Jamás tuve poder alguno de ella ni fui administrador en ninguna de las empresas que montar su padre y su abogado, que eran quienes manejaban todo. Lo que está haciendo Arantxa tiene una clara estrategia legal. Intenta cargarme a mí con el muerto. Es evidente”, decía.