Exclusiva | El testimonio del presunto asesino de Javier Ovejas: "Los casquillos pudieron ser disparados por Javier"

  • El detenido niega haber asesinado a Javier: "Vino con dos personas y me robó monedas"

Javier Ovejas, natural de Cornago y de 31 años, desapareció la noche del 29 de julio en Entrena, donde residía desde hace unos meses. La Guardia Civil empezó a investigar el caso de desaparición y a buscar al joven. Incluso se organizó una batida popular de búsqueda, coordinada por la Guardia Civil, que concluyó sin frutos.

Al parecer, Ovejas acudió a casa del detenido para intentar resolver algún tipo de deuda y, desde entonces, nada se ha sabido de él. El vehículo que conducía, con su perro dentro y la puerta del piloto abierta, se encontró junto a la vivienda del primer detenido, en el número 32 de la avenida de Santa Ana.

El registro de la casa con las unidades de Criminología y Cinológica de la Guardia Civil, venidos de Madrid a La Rioja, propiciaron el ingreso en prisión del detenido.

Las diligencias previas se incoaron después de que la pareja sentimental del desaparecido denunciara su desaparición el 31 de julio de 2021, dos días después de que abandonara el domicilio. El 6 de agosto de ese año fue detenido e interrogado Óscar P.R., vecino de Entrena y con 12 antecedentes penales, quien, tras prestar declaración ante el Juez, ingresó en prisión provisional por su presunta implicación en los hechos.

'En boca de todos' ha tenido acceso en exclusiva a las declaraciones de Óscar, que niega haber matado a Javier: "Que se hayan encontrado cuatro casquillos, muestras de restos biológicos donde estaba el coche, en el plato de ducha y en la habitación puede ser, pero no son de Javier. Pueden ser de perros o míos", comienza.

El detenido, con antecedentes, niega haber asesinado a Javier

"Le envié un mensaje para quedar en mi domicilio para que me diera algo del dinero que me debía, que eran 100 euros. Se presentó de 8 a 9 y estaba hinchando una rueda de furgoneta. Escuché que con Javi había dos personas. Me dijo que se le había estropeado algo del coche y que volvería luego. Creo que me robó una serie de monedas. Los casquillos pudieron ser disparados por Javier. Los hacía con un bolígrafo-pistola. No era raro que apareciesen en cualquier lado e incluso en la furgoneta. Ha disparado estando en mi casa, he podido coger algún casquillo y meterlo en la furgoneta. Son casquillos de arma de fuego real. No tengo ningún arma de estas características. Solo perdigones", se ha defendido.