La expareja de Natalia, la mujer encontrada sin cabeza ni manos en una playa de Marbella, confesó el crimen este jueves. Afirmó que la mató, que la mutiló para que no se pudiera identificar el cuerpo y luego arrojó su cuerpo al mar. Tenía una orden de alejamiento de ella por violencia machista.
Nacho Abad ha hablado en exclusiva con Víctor, el hijo de Natalia, que vive en Colombia y llevaba cinco años sin poder ver a su madre, que se había venido a España a trabajar. Mandaba dinero a su familia, gracias al cual su hijo pudo sacarse una carrera.
Natalia le había contado a su hijo la situación que vivía con el que fuera su pareja. Sabía que tenía una orden de alejamiento de ella desde el 21 de diciembre, pero la seguía “pegando y acosando”. También ha contado que casi le rompe una vez el tabique de la nariz y cómo reaccionó cuando la escuchó hablar por teléfono con otro hombre.
Su madre tenía miedo, por eso le mandó a su hijo “una foto del hombre y el DNI de él por si las moscas”. También temía que mandara que se hiciera daño a sus dos hijos, que viven en Colombia, de donde también era él.