Las compañías calculan que el recibo del gas de este año se va a encarecer hasta tres veces el precio actual a las personas que tengan tarifa libre. Por eso, algunas empresas están enviando cartas a sus clientes invitándoles a rescindir sus contratos sin coste alguno.
Por ejemplo, en un núcleo familiar de tres miembros que viven en una casa de 300 metros cuadrados, hasta ahora pagaban unos 1350 euros al año, pero se les ha informado de que esa cifra podría subir más de 2.500 euros, hasta los 3800 anuales.
Ante esta situación el Gobierno ofrece una tarifa regulada asumiendo el 50% del coste, lo que ha provocado una avalancha de peticiones.
Paz Serra, de la Confederación de Consumidores y Usuarios, ha explicado en ‘En boca de todos’ que esta subida afectaría a todas las personas que están en el mercado libre de gas, unos 7,3 millones de hogares.
La mejor opción para los consumidores, según Serra, es “pasarse a una comercializadora regulada”: “Está la Tarifa de Último Recurso de Gas, que es la que está regulada por el Gobierno y que ya viene teniendo precios limitados de gas desde octubre de 2021. En ella no se va a dar la subida que anuncian las comercializadoras de mercado libre”.