Concepción tiene 83 años, ni ella ni su marido de 87 pueden entrar en su casa porque está okupada. Ambos están en silla de ruedas y tienen dificultad para hacer vida normal sin ayuda. Los okupas les han robado los enseres de su casa y se han adueñado de ella. Se trata de una pareja y un bebé de tres meses.
“La justicia suele ser lenta”, ha dicho Conchita, como prefieren que la llamen, cuando le han preguntado si tiene esperanza de recuperar su casa. “Lo tenemos en manos de un abogado, a ver si conseguimos algo”, ha continuado.
Además, la señora asegura que está preocupada porque ya no es que necesite la vivienda por ella, sino porque tiene un hijo que necesita vivir allí. Conchita asegura que esta situación le “quita el sueño” y que está muy preocupada.
“Han amenazado a miembros de mi familia y les han hecho fotos a nuestros coches”, ha desvelado Conchita sobre los okupas de su vivienda.
El nieto de Conchita asegura que cambiaron la cerradura porque vieron que habían robado cosas de la casa de sus abuelos y que había una ventana reventada. Al día siguiente, cuando la policía acudió al domicilio a tomar huellas, ya no pudieron abrir con la copia de las llaves de la cerradura recién cambiada.
Los vecinos están aterrados y temen por su vida cada vez que pasan por delante de la puerta de la casa okupada: "Tengo marcado el 091 cada vez que paso por al lado", ha comentado una vecina del edificio. El equipo de ‘En boca de todos’ ha conseguido que el okupa de la casa de Conchita le abriera la puerta, aunque no ha obtenido ninguna declaración de su parte, conforme ha abierto y ha visto la cámara, ha cerrado la puerta de inmediato.