La lucha libre es uno de los deportes más seguidos en todo el mundo. El hecho de que se trate de un espectáculo guionizado y no de una competición por ver quién es el más fuerte no resta ni un ápice de emoción a un show que mueve masas en multitud de países. Y dos de los lugares con mayor tradición son, sin duda, Estados Unidos y México.

Sin embargo, la lucha libre que se practica en ambos países es muy diferente. Al norte de la frontera se trata de un gran espectáculo en el que el marketing y el show prima más que lo que pasa sobre el ring; mientras, en el sur lo que importa es la batalla, la técnica y el mensaje que se envía a través de las máscaras y el vestuario de los luchadores. Éstas son las principales diferencias entre la WWE y la lucha libre mexicana.

Si por algo destacan los norteamericanos es por saber vender todas sus ideas de manera magistral. Son los mayores expertos del mundo en marketing y, por tanto, crean toda una industria en torno al producto.

La lucha libre no iba a ser menos y consiguen que los pocos minutos que dura un combate se conviertan en un auténtico espectáculo: la presentación de los luchadores, su entrada en el ring, los discursos… lo que rodea a la pelea es tan o más importante que la propia pelea.

En México, por su parte, es totalmente diferente: no hay grandes entradas ni se pierde el tiempo en largos discursos: lo importante es el combate y es lo que esperan ver los aficionados que llenan los pabellones.

Quien vea un combate de WWE y uno del Consejo Mundial de Lucha Libre o de la AAA mexicana pensará que está ante dos deportes completamente diferentes. Mientras en la empresa estadounidense lo que abundan son los golpes y los impactos, en la lucha libre mexicana importa la técnica.

El show transcurre mucho más tiempo con las estrellas tumbadas sobre el ring y haciendo una llave que es replicada con otra que intercambiando puñetazos puros y duros. Dos estilos completamente diferentes para dos aficionados muy distintos.

Aunque en la WWE se puede encontrar todo tipo de físicos, lo cierto es que el patrón dominante es el de un luchador grande, con un cuerpo muy trabajado en el que prima el músculo por encima de todo lo demás.

De hecho, hay muchas estrellas que tienen un pasado en el culturismo, mientras en la lucha libre mexicana el aspecto es muy diferente: hablamos de cuerpos muy grandes, pero no tan estilizados. Incluso es habitual ver alguna gran barriga en el ring o luchadores pequeños que no muestran una gran musculatura, pero que son extremadamente técnicos.

Las mujeres no llegaron a la WWF, antecesora de la WWE, hasta mediados de los ochenta. Pero fue en los noventa cuando se comenzó a hablar de Divas, algo que ha acompañado a las estrellas femeninas de la compañía americana durante veinte años.

La razón es que su físico es más parecido al de modelos de pasarela que al de luchadoras de ring, algo muy distinto a lo que sucede en México. Allí se presta menos atención al físico y más a la técnica y al estilo de combate, que es muy similar al de las peleas masculinas.

Las anteriores diferencias entre la WWE y la lucha libre mexicana se pueden resumir en un último punto: el factor cultural. La lucha libre es un espectáculo que está muy integrado en la cultura popular mexicana y los luchadores son una extensión de esa cultura: sus máscaras y sus coloridas vestimentas son identidades que ayudan al espectador a involucrarse en lo que está sucediendo.

Por eso es tan normal ver rostros tapados en la lucha libre mexicana, mientras en la WWE apenas hay algún ejemplo: los más conocidos son Rey Mysterio y un mexicano: Sin Cara.

¿Es mejor el deporte que se practica al norte o al sur de la frontera? Las diferencias entre la lucha libre mexicana y la WWE son muy importantes, pero no se puede decir que una sea mejor que la otra. Quienes sepan apreciar la técnica de los luchadores por encima del show disfrutarán más en una pelea de la AAA o del Consejo Mundial de la Lucha Libre, mientras que aquellos que disfrutan más del entretenimiento y de todo lo que rodea a la pelea encontrarán que la WWE es su espacio natural.