Shaquille O’Neal ha impactado al mundo con su confesión acerca de grave problema de salud. El 2020 fue un año complicado para él porque tuvo que afrontar la muerte de su hermana y también la de su querido amigo Kobe Bryant. A esto se le sumó el problema médico que casi le cuesta la vida como él mismo afirmó.
El ex jugador de baloncesto confesó que llevaba mucho sin ir al médico y cuando regresó tuvo que enfrentarse a varios problemas. "Cuando juegas, vas al médico para que te revise y te haga un examen físico. Pero yo no he jugado en 11 años, así que si no estaba jugando, para qué iba a ir al médico, ¿no? Así que cuando volví al médico después de tanto tiempo había algunas cosas que ni siquiera sabía. Te dice: 'Oye tío, tienes apnea del sueño. La apnea del sueño puede causar hipertensión o accidentes cerebrovasculares, podrías morir'", ha continuado.
El médico fue claro con las restricciones que tenía que tomar para que su salud mejorara. "Luego añadió: ' tus riñones están algo débiles. No más analgésicos'. Era dependiente de los analgésicos, no adicto. Algunos días, cuando no podía moverme, me tomaba uno o dos, sólo para ponerme en marcha. Pero ya no lo tomo. Cuando te golpean con esa palabra de tres letras que comienza con D y termina con E ('die', muerte en inglés), las cosas cambian".
"Tuve un nuevo trastorno llamado CBOTBD. Anota eso. Es el 'Síndrome de Charles Barkley sobre el cinturón'. Me levantaba y me iba a trabajar, me relajaba, comía lo que fuera. No estaba prestando atención. Un día miré hacia abajo y dije: 'Maldición'. Mi barriga sobresalía mucho de mi cinturón", ha confesado a la revista GQ. Es por esto y por los otros problemas que Shaquille decide cambiar su estilo de vida.
Shaquille O’Neal ha acabado dando un mensaje tranquilizador a sus fans para que no se preocupen. Asegura que su forma de vida cambió y con ello los problemas de salud. "Tomé una de las mejores decisiones y ya no tengo el síndrome, he mejorado mucho", ha querido dejar claro.
"A un anciano de unos 70 años con músculos por todos lados. Empecé a comer mejor. Sólo comía sandwiches. Para el almuerzo, para la cena, para la merienda... Y cuando todo se me vino encima el año pasado y no podía dormir, me levantaba y me hacía un sándwich a las tres de la mañana. Me di cuenta de que no podía seguir así. Quité el pan, el chocolate y los pasteles. Quería quitarme la camisa en Instagram por última vez".
"Lo más importante es la dieta. "Lo más importante es la dieta.Si hago 500 abdominales al día, no voy a tener una ‘tableta’ como me gustaría, porque lo más importante es la dieta". "Ahora solo como frutas, batidos de proteínas, ensaladas, pescado, pollo, espárragos y otras verduras. Todo en porciones muy pequeñas y he empezado a ver cosas como un six-pack, que no veía desde que estuve en Miami en 2006", concluyó.